Plan Colombia: ¿innecesario?

  • Hernando Salazar
  • Colombia
Policía antinarcóticos en un operativo en Colombia
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Las declaraciones del vicepresidente causaron sorpresa hasta en el mismo gobierno.

¿Dejó de ser necesario el Plan Colombia, la estrategia antidrogas apoyada por Estados Unidos desde hace nueve años? ¿O es que Washington tiene ahora otras prioridades en América Latina y Colombia ya no es su principal aliado, como lo fue bajo el ex presidente, George W. Bush?

Esas son apenas dos de las preguntas que surgen luego de las polémicas declaraciones del vicepresidente colombiano Francisco Santos, quien dijo el pasado domingo que "el Plan Colombia ya no se necesita".

En declaraciones al diario El Tiempo, Santos expresó su malestar por el trato "indigno" que, según él, ahora recibe Colombia en Washington.

"Yo mismo me he sentido humillado en escenarios donde nos maltratan", se quejó Santos, quien es el responsable de la política de derechos humanos del gobierno del presidente Álvaro Uribe.

De poco sirvieron las rectificaciones hechas por el canciller, Jaime Bermúdez, y por el mismo presidente, Álvaro Uribe, quienes defendieron la necesidad del Plan Colombia y la continuidad del apoyo de EE.UU.

Efectos negativos

Muchos observadores consultados por BBC Mundo creen que el mensaje que está enviando el gobierno de Colombia a la comunidad internacional producirá efectos negativos.

El ex ministro de Defensa Rafael Pardo, por ejemplo, cree que, más allá del debate sobre los logros del plan antidrogas, las declaraciones de Santos "son un desastre para Colombia".

Y añade que la posición del vicepresidente será aprovechada por muchos sectores de EE.UU. que se oponen a que su país le dé más de US$500 millones anuales al gobierno de Bogotá.

"Las declaraciones de Santos van a ser aprovechadas por los que dicen que el Plan no funciona para acabar con las drogas, por quienes aseguran que no hay que darle plata a Colombia por los problemas de derechos humanos y por los que sostienen que EE.UU., en medio de la crisis, no debe darle fondos a un país como Colombia", le dijo Pardo a BBC Mundo.

Derechos humanos

En los últimos nueve años, EE.UU. ha aportado más de US$5.500 millones para el Plan Colombia, pero según analistas el interés de la nueva administración estaría ahora más cerca de las fronteras estadounidenses.

Arlene Tickner, profesora de la Universidad de los Andes, señaló que el gobierno de Uribe no se ha dado cuenta de que "ahora la prioridad en Washington es ayudar a México" y que han surgido otros países, como Brasil, que pueden reemplazar a Colombia como el aliado latinoamericano más cercano de la Casa Blanca.

Ricardo Vargas, un experto en narcotráfico que trabaja para la organización Acción Andina, indicó también que el gobierno de Barack Obama es mucho más exigente que su antecesor en la cuestión de los derechos humanos.

"Ahora a todo funcionario colombiano que llega a Washington lo ponen contra la pared", señala Vargas.

Lo paradójico es que, pese a los millonarios recursos invertidos en esta década por el Plan Colombia, este país sigue siendo el principal productor de hoja de coca y de cocaína del mundo.

"Nosotros todavía tenemos 100.000 hectáreas de droga y todavía tenemos por ahí unos carteles muy peligrosos. Entonces, eso hay que seguirlo combatiendo. Y eso no se combate solo. Eso necesita la ayuda de EE.UU. y la ayuda de toda la comunidad internacional", dijo el presidente Uribe al tomar distancia de lo dicho por Santos.

Lo que no sabe es qué efectos tendrá la polémica cuando a finales de este año y comienzos de 2010 se negocien en el Congreso de Washington los fondos que seguramente irá a pedir el gobierno de Bogotá para la lucha antidrogas.