EE.UU. y México buscan más seguridad
- Cecilia Barría
- BBC Mundo, México

Poner fin al tráfico de armas: uno de los prinicpales objetivos de la reunión Obama-Calderón.
Detener el tráfico de armas. Ese fue uno de los puntos centrales discutidos por los mandatarios de Estados Unidos y México durante la primera visita oficial de Barack Obama a un país latinoamericano.
El jefe de la Casa Blanca anunció el jueves durante su estadía en Ciudad de México que pedirá al Senado estadounidense que ratifique la Convención Interamericana contra las Armas Ilícitas (CIFTA).
El objetivo es regular el contrabando de armas estadounidenses hacia México que ha permitido armar hasta los dientes al crimen organizado.
Según cifras oficiales el 90% del armamento utilizado por los carteles de la droga proviene de Estados Unidos y las 10.000 armerías que existen a lo largo de la frontera estarían alimentando el estallido de narcoviolencia que en 2008 dejó más de 6.000 muertos en territorio mexicano.
Muchos esperaban que Obama anunciara un compromiso para restablecer la prohibición de armas de asalto en su territorio. Sin embargo, esta iniciativa no fue parte de la agenda.
Pero más allá de las leyes necesarias para detener el flujo ilegal de armamento y dinero a través de la frontera, analistas consultados por BBC Mundo coincidieron en que el problema de fondo pasa por otro lado.
El fantasma de la corrupción
"No se trata de cambiar leyes. Esto es un problema de corrupción a ambos lados de la frontera. No es normal que la gente cruce libremente con lanzagranadas", dijo Edgardo Buscaglia, director del Centro Internacional de Derecho y Economía de la Universidad de Columbia.
"Tampoco es verdad que la mayoría de las armas que usan las organizaciones criminales viene de Estados Unidos. Eso es una caricatura. Lo cierto es que las armas de alto calibre vienen de países como Guatemala, Ucrania o Albania", agregó.
Lo mismo opina Samuel González Ruiz, ex fiscal mexicano y consultor de la Naciones Unidas, que hoy se dedica al análisis de temas de seguridad.
"Si no se combate la corrupción de las autoridades y la policía mexicana, ni a la gran empresa criminal, ninguna de las medidas que anunció el presidente Obama va a tener algún resultado", señaló González.
Policías en la mira
El gobierno del presidente Felipe Calderón ha respondido frente a estas críticas con un plan de profesionalización de las fuerzas policiales que apunta a un proceso de depuración de los agentes.
La idea es detener el alto nivel de infiltración de las organizaciones criminales en las instituciones encargadas de vigilar la ley y el orden.
Pero las voces críticas consideran esta iniciativa como insuficiente.
Y aunque el gobierno ha procesado a algunos de sus funcionarios por tener vínculos con los carteles de la droga, muchos creen que el problema es tan profundo que difícilmente será resuelto en el corto plazo.
"Un gran negocio"
Según varios especialistas, la visita de Obama está llena de buenas intenciones.
"La visita de Obama está llena de buenas intenciones, pero lo cierto es que la Corte Suprema estableció que la Constitución le garantiza a los ciudadanos estadounidenses el derecho a poseer armas para su protección personal", le dijo a BBC Mundo Mario González Román, presidente de la compañía Security Corner.
"Yo creo que el tráfico de armas es un gran negocio. Incluso hay funcionarios del Ejército mexicano que venden armas a organizaciones criminales y nadie ha hecho nada para resolver este problema", dijo González.
La mayoría de los analistas consultados por BBC Mundo coincidieron en que es clave fortalecer las operaciones de inteligencia entre ambos países y la investigación de las redes financieras que sostienen el crecimiento del narcotráfico.
Se espera que en las próximas semanas comience a operar una oficina de inteligencia conjunta que tendrá la misión de coordinar los esfuerzos de las distintas agencias que trabajan a los dos lados de la frontera en temas de seguridad.
Más a corto plazo, este viernes Obama y Calderón viajarán a Trinidad y Tobago para participar en la V Cumbre de las Américas, donde los esperan otros debates.