¿Ser ecuatoriano o español? Ventajas y desventajas

  • Juanjo Robledo
  • Madrid
Ecuatorianos en España
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Hasta ahora, los ecuatorianos nacidos en España recibían la nacionalidad española.

Los hijos de ecuatorianos que nazcan en el extranjero automáticamente serán ecuatorianos según detalla la nueva Constitución del país andino. Hasta ahora en España, donde vive un enorme colectivo ecuatoriano (cerca de 700.000 personas), los recién nacidos recibían la nacionalidad española. Ya no será así: nacerán en España pero serán ecuatorianos.

La anterior Constitución ecuatoriana señalaba en su artículo 7 que son ecuatorianos por nacimiento "los nacidos en el extranjero de padre o madre ecuatoriano por nacimiento, que esté al servicio del Ecuador o de un organismo internacional o transitoriamente ausente del país por cualquier causa, sino manifiesta su voluntad contraria". Desde el Código Civil español (artículo 17) se interpretaba que este precepto no otorgaba la nacionalidad ecuatoriana automáticamente.

"Con lo cual se le otorgaba al niño la nacionalidad española porque se interpretaba que el menor estaba en una situación de apátrida. Según los Derechos del Niño todo niño tiene derecho a una nacionalidad", explica la abogada Patricia Rosales, experta en temas de inmigración.

El nuevo artículo de la Constitución es más explícito: "son ecuatorianos y ecuatorianas por nacimiento: las personas nacidas en el extranjero de madre o padre nacidos en el Ecuador; y sus descendientes hasta el tercer grado de consanguinidad". Una medida parecida se ha incluido en las Constituciones de Chile y Brasil.

Críticas

Ahora bien, hay familias ecuatorianas que critican el cambio porque consideran que sus futuros hijos al ser ecuatorianos dejarán de recibir los privilegios de tener la nacionalidad española. "Me parece una medida absurda. Tendremos que decirle entonces al gobierno de Correa que atienda con salud, educación y nutrición a los niños que han nacido en España", señala la ecuatoriana Marisa Vázquez

Desempleada desde hace varios meses, la mujer está contemplado la posibilidad de regresar a Ecuador. "Al aceptar esta medida el gobierno español le está diciendo a los ecuatorianos que no emigren a España porque sus hijos no serán españoles", opina.

¿Y cuáles son las ventajas que tendrían un niño siendo español?

"Casi ninguna. Mientras sea niño. En España los Derechos del Niño amparan por igual tanto a españoles como a inmigrantes. Ambos tienen acceso a salud, educación, etc... Ahora bien, a futuro si conviene que los padres del niño soliciten la nacionalidad española o él mismo cuando tenga la mayoría de edad porque, por ejemplo, siendo español podría trabajar y vivir en cualquier país de la Unión Europea", señala la abogada.

Después de un año de residencia, el hijo de ecuatorianos nacido en España podrá pedir la nacionalidad española siempre y cuando sus padres estén en situación legal. "Eso dice la legislación pero si se fundamenta bien la solicitud el niño puede tener la nacionalidad independientemente de que sus padres sean o no ilegales. La situación de ellos no tiene porque influir en el niño", agrega Rosales.

Ecuatorianos por tradición

Enrique Pulula, presidente de la Asociación de Ecuatorianos Puriccuna en Madrid, prefiere que sus hijos y nietos sigan siendo ecuatorianos. "Personalmente no me complace que nuestros hijos, las segundas y terceras generaciones, sean europeos o estadounidenses. Soy quechua, indígena. No quiero que nuestros hijos se olviden jamás de dónde venimos, de nuestra tierra, de la Pacha Mama", comenta.

Además, agrega Pulula, los hijos de ecuatorianos que no tenían residencia legal en España quedaban en una especie de limbo. "Para que un niño tuviera la nacionalidad española primero había que renunciar a la inscripción consular. El problema es que si sus padres eran ilegales el niño podía estar varios años sin reconocimiento jurídico. Muchos ecuatorianos están o han estado en situación de irregularidad con lo cual me parece positivo que a partir de ahora sus hijos sean automáticamente ecuatorianos".

No obstante, el hecho de que un hijo tenga la nacionalidad española puede beneficiar a sus padres. "Les conviene si los padres quieren pedir la nacionalidad española para trabajar o vivir en otro país de la UE. Tener un hijo español es un elemento que pesa. Las leyes lo interpretan como un elemento adicional de arraigo", señala Rosales.

Pulula no busca la nacionalidad española, lleva casi veinte años en Madrid y ha podido abrirse paso con su pasaporte ecuatoriano. Tiene tres nietos, dos nacidos en Ecuador y uno en España. El último tiene nacionalidad española. "No tiene más ventajas que los demás. Vivimos en la misma casa, van al mismo colegio. Quisiera que mis nietos aprovechen las ventajas que tiene Europa como la educación pública y que luego regresen a Ecuador para que apliquen lo que aprendieron", subraya.

El ecuatoriano Wilmer Zapata no piensa igual. No nació en España pero ya tiene la nacionalidad española. "Tengo doble nacionalidad, conservo la ecuatoriana. Es una ventaja. Llevo diez años en España, de alguna forma también soy de aquí y de allá. Trato de ir de vacaciones cuando puedo pero sé que ya no podría vivir allí. El país ha cambiado y yo también. Cuando me preguntan de dónde soy digo que ecuatoriano pero inmediatamente aclaro que también soy español", comenta.