Biocombustibles en Colombia ¿a qué precio?

  • Margarita Rodríguez
  • BBC Mundo
Miembros de una comunidad afrocolombiana y soldados
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Hay denuncias de que familias en el departamento del Chocó han sido obligadas a abandonar sus tierras.

"Después de Brasil, Colombia es la segunda potencia en este momento en la producción de biodiesel y etanol (en América Latina)", le dijo el ministro de Agricultura de Colombia, Andrés Fernández, a BBC Mundo.

Sin embargo, organizaciones defensoras de los derechos humanos no transmiten el mismo orgullo al hablar de la producción de biocombustibles en la nación sudamericana.

Denuncian que la expansión de los cultivos de palma de aceite, clave en la producción de biodiesel, amenaza las vidas y las tierras de comunidades afrocolombianas, campesinas e indígenas.

Ha pasado más de un año desde que Naciones Unidas pidió la congelación de todas las inversiones en biocombustibles por considerarlas una violación masiva de los derechos básicos. La razón: su influencia en la crisis global de alimentos.

Mientras decenas de expertos analizan los retos y el futuro del etanol en Brasil, BBC Mundo investigó las dos caras de la producción de biocombustibles en Colombia.

Gobierno: "Nos sentimos orgullosos"

El ministro de Agricultura de Colombia, Andrés Fernández, señaló que uno de los objetivos del gobierno es que la producción de biocombustibles "siga creciendo", pues ya no se trata de una política de gobierno, sino de una política de Estado.

Una de las grandes críticas a los biocombustibles ha sido su efecto en la seguridad alimentaria de la población. Sin embargo, según Fernández, en Colombia no existe "competencia" entre el espacio para sembrar comida y el espacio dedicado a cultivar materias primas para biocombustibles.

"En Colombia no tenemos ese problema porque hay 4,5 millones de hectáreas sembradas en este momento y tenemos todavía 4,5 millones de hectáreas más que no están sembradas y que tienen vocación para ser sembradas si queremos mañana mismo".

"Yo creo que eso es un sofisma de distracción de mucha gente que no cree en los biocombustibles", indicó el funcionario.

Autosuficiencia

Sobre la condena de Naciones Unidas a las inversiones en biocombustibles, el titular de la cartera de Agricultura de Colombia dijo: "Respetamos la opinión de todo el mundo, pero tenemos nuestra propia perspectiva".

"Mucha de esa área que tenemos todavía apta para sembrar y que no se ha sembrado, no se sembraría para alimentos, quedaría tal cual, sin sembrar".

¿Cuál es el impacto que la producción de biocombustibles ha tenido en los campesinos y en los agricultores colombianos?, le preguntamos al titular de la cartera de Agricultura.

"Ha sido maravilloso. A muchas áreas, donde durante mucho tiempo no se iba a sembrar absolutamente nada, ni alimentos, ni ninguna otra cosa, han llegado inversionistas y el mismo gobierno ha ayudado a que se hagan inversiones en biocombustibles".

"Lo único que ha traído eso es nueva mano de obra, bienestar y poder adquisitivo para la gente, incluyendo campesinos y pequeños productores", mencionó Fernández.

Campesino: "Se aprovecharon de nuestras tierras"

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Miembros de la comunidad afrocolombiana han protestado contra las plantaciones de palma de aceite.

Sin embargo, lo que el ministro de Agricultura de Colombia ve como un proceso positivo, es visto desde otra perspectiva por agricultores del departamento del Chocó, en el noroeste del país.

Eustaquio Polo Rivera le contó su experiencia a BBC Mundo.

"Nosotros vivíamos en el municipio Carmen del Darién. Cultivábamos lo necesario porque no teníamos compromisos con nadie. Sembrábamos plátano, maíz, arroz, como eran nuestras costumbres", dijo Rivera.

En 1996, según el agricultor colombiano, una arremetida paramilitar lo sacó de su tierra. "Entraron masacrando a campesinos".

"El argumento que utilizaron fue que iban a sacar a la guerrilla, pero después nos dimos cuenta que el objetivo era quitarnos nuestros territorios", cuenta Rivera.

"Nos resistimos a salir, pero el ejército dijo que no respondía por las familias que se quedaran".

De acuerdo con Rivera, más de 500 personas salieron huyendo.

"Cuando intentamos volver a nuestra tierra, ya estaba ocupada con palma aceitera (...) En mi propia comunidad hay entre 30 y 40 hectáreas de palma aceitera".

"No ha habido voluntad por parte del gobierno para concretar la devolución de nuestros territorios porque los paramilitares siguen moviéndose y las empresas continúan con sus alianzas", señaló el agricultor.

HREV: "Violaciones a los derechos humanos"

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Las ONGs hablan no sólo de violaciones de los derechos humanos, sino de destrucción de áreas boscosas.

Fidel Mingorance, presidente de Human Rights Everywhere (Derechos Humanos para Todos), le dijo a BBC Mundo que algunas de las actividades relacionadas con la producción de etanol y biodiesel en Colombia han tenido un efecto desastroso en agricultores y corteros de caña.

"Desde 2005 se venía hablando de los biocombustibles. Desde entonces se han ido extendiendo las plantaciones de palma aceitera (...) y poco a poco han ido creciendo los estándares, la tecnología, las refinerías", dijo el investigador.

HREV es una de las varias organizaciones no gubernamentales que ha hecho denuncias del desplazamiento forzado de comunidades afrocolombianas para la siembra, en sus tierras, de palma aceitera.

"Se conocían primero las del sur del país, en Tumaco, donde las palmeras invadieron los territorios colectivos. Pero ha sido en Chocó, donde las denuncias se han llevado hasta la Corte Interamericana de los Derechos Humanos".

"Hay un compendio de todas las violaciones, hay desplazamientos, asesinatos, invasión de tierras, todo unido a la expansión de un bloque paramilitar, que fue de los que se desmovilizó hace algún tiempo", indicó Mingorance.

Gobierno: "No es así"

Ante ese panorama, nos volvimos a comunicar con el gobierno de Colombia.

¿La producción de biocombustibles en Colombia está atentando contra los derechos de las comunidades afrocolombianas, campesinas e indígenas?, le preguntamos a Leonidas Tobón, director de Desarrollo Tecnológico del Ministerio de Agricultura.

"No es así, primero porque el área en la que se ha sembrado la palma de aceite está concentrada en cuatro regiones. Sólo el 10% de toda la palma del país está en zonas de afrocolombianos. Y tampoco es así, porque estamos produciendo el biodiesel a partir de un aceite de palma que teníamos que exportar porque era un excedente".

Tras rechazar las denuncias de las organizaciones no gubernamentales, Tobón informó que cerca del 30% del área que está sembrada de palma pertenece a pequeños productores.

Sin embargo, el funcionario reconoció que se registró un caso de desplazamiento forzado en el departamento del Chocó. "Fue uno solo e incluso el gobierno ya lo está corrigiendo en un alto porcentaje".

Tobón también negó que la expansión de los cultivos de aceite de palma esté relacionada con la destrucción de bosques.

"No hemos tumbado ni un solo metro de bosque para cultivar palma de aceite", dijo Tobón.