"No es una mejora para la Amazonía"

  • Redacción
  • BBC Mundo

Tras semanas de protestas, desencuentros diplomáticos y dimisiones, los decretos 1090 y 1064 que rechazaban los indígenas de la Amazonía saldrán de la legislación peruana gracias a su derogación en el Congreso.

Pero ¿se acaban con esta anulación las reivindicaciones de los nativos? ¿Qué hará Alan García para fortalecer su gobierno? BBC Mundo habló con Martín Tanaka, analista político del Instituto de Estudios Peruanos, sobre el futuro del país andino.

¿En qué situación ha dejado la derogación de estos decretos a Alan García? ¿Quién era cuando los presentó y quién es hoy?

García era un presidente al que se le reprochaban la falta de iniciativas políticas y no acometer reformas estructurales. La aprobación de los decretos le permitían presentarse como un presidente activo, orientado a promover la inversión.

Ahora ha tenido un revés muy importante por la pretensión de imponer un modelo. Me preocupa que no saque las lecciones correctas de esta experiencia, que éste sea sólo un retroceso táctico y que pretenda persistir por un camino similar. Eso sí pondría en serio peligro su Presidencia y la estabilidad del país.

¿Cuáles son esas lecciones?

La principal, que el gobierno ha estado muy aislado respecto al sentir ciudadano. Además se ha mostrado muy soberbio, con una actitud de subestimación del malestar social. Si el gobierno piensa que la amenaza de la represión es el verdadero camino, Perú puede entrar en una dinámica complicada.

Uno de los dramas que ha enfrentado García es que, de un lado, es jefe de un partido con muchas limitaciones y, de otro, ha elegido unas alianzas que lo han llevado a aislarse en un círculo muy monocorde. Tendría que buscar acercamientos a otros sectores para superar los problemas de debilidad institucional.

¿Y dónde va a encontrar esos nuevos aliados?

Después de todo lo que ha pasado es muy complicado. Los puentes de confianza con algunos sectores más de centro y de izquierda se han deteriorado mucho.

¿Cuál es la situación en el otro lado? ¿La retirada de estos decretos es una victoria para los indígenas?

Sí, era una demanda desde el año pasado, pero desgraciadamente el costo ha sido demasiado alto. Además, se sabe en contra de qué se están, pero no se sabe a favor de qué. Para la Amazonía y sus problemas, la derogatoria de los decretos no significa en absoluto una mejora en ningún sentido. Es volver a su status quo, que era muy malo.

¿No han ganado los indígenas un peso político que antes no tenían?

Lo han ganado en la conciencia y en el imaginario nacional, pero que eso se convierta en organización con capacidad de propuesta y articulación más clara, que pueda impactar en la política, eso todavía está por verse. La magnitud de la propuesta que hemos visto no es tanto resultado de un proceso de fortalecimiento de las organizaciones indígenas, sino de una reacción a la mala actuación del Gobierno. Pasa el tiempo y no parece quedar nada.

Ante esa falta de organización, ¿habrá alguna bancada en el Parlamento que haga suya la causa indígena?

El Partido Nacionalista ha estado apostando a esto y parece que han salido fortalecidos, pero es un triunfo circunstancial. Estamos lejos de que eso se convierta en un proceso como los que hemos visto en Ecuador o en Bolivia.

Hay varios que buscan convertirse en abanderados de la causa indígena, como Ollanta Humala o Alejandro Toledo, pero la distancia que separa la sociedad de la política es muy grande. Algunos verán un interés genuino en los ciudadanos de la Amazonía, otros, un aprovechamiento político.

Los hechos de Bagua profundizaron las tensiones entre los gobiernos de Bolivia y Perú ¿quien ha salido ganando?

En cierto modo podríamos decir que Morales ha salido fortalecido en la región. Los gobiernos que no apoyan este modelo económico podrían esgrimir el argumento de que Perú es un país que ha intentado seguir este camino y se ha estrellado. Pero en estos países la dinámica interna pesa más que los intercambios internacionales a la hora de evaluar liderazgos.