Argentina: tensa espera por resultados
- Valeria Perasso
- BBC Mundo, Buenos Aires
En una fría jornada invernal, los argentinos concurrieron a las urnas para dirimir la más reñida elección legislativa en muchos años.

Estos comicios son los más reñidos en años.
Al cierre de los comicios, a las 18:00 horas de Argentina (22:00 GMT), las encuestas a boca de urna aún no entregaban un ganador claro en el principal distrito electoral del país: la provincia de Buenos Aires.
Allí, el ex presidente Néstor Kirchner, primer candidato a diputado nacional por el oficialista Frente Justicialista para la Victoria, estaría virtualmente empatado con su principal contrincante, el opositor Francisco de Narváez, quien encabeza la lista bonaerense de la alianza conservadora Unión-PRO.
Los sondeos a boca de urna, realizados durante todo el día a las puertas de los centros de votación, confirmaron lo que habían anticipado encuestadores y analistas durante la campaña: que la pelea en Buenos Aires será voto a voto, y que para conocer el reparto de bancas legislativas será necesario esperar los escrutinios definitivos que harán las autoridades electorales.
En los primeros datos oficiales, difundidos a tres horas del cierre de las urnas, el peronismo disidente de De Narváez se ubica primero, con 34,9% de los votos y casi dos puntos por encima de Kirchner, aunque el recuento corresponde a menos del 10% del total de sufragios del distrito
Panorama porteño
En cambio, en el segundo distrito en importancia en el país, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (la capital federal), los primeros guarismos oficiales señalan que Gabriela Michetti, representante de Unión-PRO, habría obtenido un claro triunfo, con 31% del total y con casi 7 puntos de ventaja sobre el segundo, para el cargo de legisladora nacional por la ciudad.
Detrás de ella quedó, según el recuento parcial, el representante del izquierdista Proyecto Sur, Fernando "Pino" Solanas, y tercero se ubica el candidato de la coalición de centro Acuerdo Cívico y Social, Alfonso Prat Gay, aunque con un caudal de votos menor al estimado originalmente. En territorio porteño, el candidato del oficialismo, Carlos Heller, quedó relegado al cuarto puesto, cuando se ha relevado un 20% del total de sufragios emitidos.
Al cierre de los comicios, los índices de participación ciudadana en la jornada comicial eran muy bajos, de alrededor del 55%, aún cuando el voto es obligatorio para los mayores de 18 años en Argentina.
Sin fraude y con tapabocas
Aunque hubo reclamos puntuales por la falta de boletas partidarias en los establecimientos de votación de algunos distritos, el proceso electoral transcurrió con calma, lo que echó por tierra los rumores y el estado de alerta de las horas previas, después de que la oposición denunciara un presunto fraude orquestado desde el gobierno.
"Fue una jornada tranquila, sin grandes incidentes, pese a que se había anticipado que habría irregularidades o maniobras raras. Por lo que se vio en las mesas, todo marchó sin problemas”, le indicó a BBC Mundo Ana María Porres, fiscal de mesa en la capital.
Una de las curiosidades de la jornada la marcó el uso del barbijo o tapabocas para concurrir a votar.
Ante el temor por la difusión del virus de la gripe A, el gobierno había recomendado tomar ciertas precauciones, como cubrirse la boca, higienizarse las manos al salir del cuarto oscuro, guardar distancia en la fila, evitar las aglomeraciones y utilizar pegamento (en lugar de saliva) para cerrar los sobres con las boletas.
"Yo tengo un asma leve y no podía dejar de cumplir con mi obligación cívica. Como no conseguí barbijo, me vine a votar con la cara tapada con un pañuelo", dijo Sara Susana Lemos, una votante porteña consultada por BBC Mundo.
"Hay mucha gente y por eso hay más riesgos. Los encargados de fiscalizar las mesas, que pasaron aquí toda la jornada, tuvieron sus caras tapadas y entregaron alcohol para desinfectarse las manos", indicó José Levy, tras emitir el voto.
Aunque la mirada de analistas y políticos está fijada en la provincia de Buenos Aires, las elecciones tuvieron lugar en los 24 distritos del país, para renovar 127 de las 257 bancas de la Cámara de Diputados y 24 de los 72 senadores, además de puestos legislativos provinciales y autoridades municipales.