Lagos: "Nada justifica un golpe"
- Julián Miglierini
- BBC Mundo

Lagos fue presidente de Chile entre 2000 y 2006.
El golpe de Estado que se llevó a cabo este fin de semana en Honduras ha despertado un enérgico rechazo de los países latinoamericanos y de la comunidad internacional en general.
BBC Mundo habló sobre la situación con Ricardo Lagos, ex presidente de Chile (2000-2006) y actual director de la fundación Democracia y Desarrollo de Santiago y presidente del Club de Madrid, que aglutina a varios ex presidentes del mundo.
¿Cuál es su reacción a lo que está sucediendo en Honduras?
Lo que está sucediendo en Honduras es inaceptable desde el punto de vista de la comunidad internacional y de los valores democráticos que se han establecido en la Organización de Estados Americanos. Cualesquiera que sean las razones políticas que hay, nada justifica un golpe de Estado. En la región en los últimos años han habido cambios de gobierno, pero todos ellos se han hecho con sujeción a las normas democráticas.
El que todos los gobiernos de la región hayan condenado este gobierno y hayan llamado a tomar medidas muy concretas: que las nuevas autoridades no serán reconocidas, serán aisladas de la comunidad internacional, hasta que el presidente Zelaya no sea reestablecido en su puesto. Los temas políticos que hay de debate en Honduras serán resueltos por los hondureños. Pero lo que no es posible es que la comunidad internacional acepte impávida un golpe de Estado en la región.
Usted habla de medidas concretas. ¿Cuáles son esas medidas que puede tomar la comunidad internacional?
La medida más concreta que puede tomar es la suspensión del gobierno de Honduras de la OEA a partir de este instante. Si hay reunión, como se espera, de los cancilleres de la reunión mañana (martes), debe asistir el canciller del presidente constitucional Zelaya, y creo que debe seguramente pedirse una reunión urgente por parte del secretario general de la OEA con los que están de facto usurpando el poder en Honduras y hacerles ver la necesidad de restablecer la situación de inmediato.
En caso contrario, creo yo que la OEA puede tomar otras medidas mucho más drásticas. Pero por el momento deben entender, los militares hondureños, que el tiempo de los golpes de Estado, en la forma en que ellos lo han hecho, es tema del pasado.
¿Usted cree que las posibilidades de supervivencia del régimen instalado en Honduras son nulas, debido al aislamiento internacional? ¿Es imposible sobrevivir como país en esa situación?
No me cabe la menor duda que tienen que comprender que hay ciertas normas de la comunidad internacional que no es posible transgredir; al menos, en esta región del mundo. Nosotros los latinoamericanos tenemos que dar cuenta de un orden jurídico, un respeto al estado de derecho. Hay muchas razones por las que puede haber discomformidad respecto al presidente Zelaya.
Pero en democracia, las disconformidades se expresan por canales regulares de estado de derecho. Si eso no se hace, quiere decir que tenemos una grave carencia como región. Tenemos que demostrar los latinoamericanos que somos capaces de ordenar nuestra casa.
La defensa que haría el nuevo régimen en Honduras es que lo que ellos llaman el avance de Zelaya por sobre otros poderes los llevó a tomar este tipo de medidas...
Eso tiene que ver con discusiones políticas al interior de Honduras, pero nada justifica el golpe. Precisamente, si ellos están diciendo que el presidente Zelaya estaba violentando el estado de derecho, hay instituciones a las que recurrir. Lo que no es aceptable es que bajo pretexto de que alguien está violando el estado de derecho usted lo violente en la forma en la que la han hecho las nuevas "autoridades" de Honduras.
Sacar a un presidente, que está ejerciendo su mandato constitucional, a las cuatro de la mañana y depositarlo en un país vecino es inaceptable en el mundo de hoy.
¿Usted cree que América Latina está mejor preparada que en otras épocas para enfrentar a una crisis institucional de este tipo en uno de sus países?
Efectivamente, dentro de la última década han habido varias situaciones complejas. Pero cuando han habido cambios de gobierno, el presidente que se va renuncia, asume el vicepresidente o quien de acuerdo a la institucionalidad le corresponde asumir la jefatura del estado. Las dificultades se resuelven dentro del estado de derecho.
Esto que ha ocurrido es absolutamente inédito; no se ha visto más desde los años 80. Las dictaduras de los 80 se batieron en retirada y nunca más vamos a tener este tipo de situaciones. Y por ello es que la comunidad internacional ha actuado con tanta rapidez: porque nos parece que hay que ser muy ejemplar.
En un momento hubo dificultades en Paraguay, hubo una declaración de todos los presidentes de Mercosur que estábamos reunidos y aquello no pasó a mayores. Y ahora creo que han transcurrido 48 horas y la comunidad tiene que poner término a esta situación ahora.
Usted afirma la región está mejor preparada para enfrentar una crisis así. Pero este golpe efectivamente ha ocurrido, en una nación latinoamericana, en 2009. ¿Por qué cree que esto ocurre?
Hay que reconocer que en la región hay carencias sociales que provocan estallidos sociales y el tema es cómo usted encauza estallidos sociales dentro de un sistema democrático.
Pero también hay que reconocer que algunos sectores se entusiasman demasiado. Hay que saber "hacer las maletas" para dejar el poder. El deseo de propiciar este tipo de reelecciones tienen que ver con situaciones que a mi juicio son inadecuadas. Esto es una opinión personal mía.
Pero eso es un tema debatible, yo lo entiendo y no hago mayor cuestión. Pero no es posible, so pretexto de aquello, hacer un golpe que según entiendo ahora se justifica desde un punto de vista preventivo, porque "se dice" que el presidente iba a lo mejor clausurar el parlamento. No es aceptable hacer un golpe por razones preventivas, porque usted va a violar la constitución mañana. Eso no es posible.