Argentina: aumentan fallecidos por gripe

  • Valeria Perasso
  • BBC Mundo, Buenos Aires
Madre e hijo con tapabocas en Argentina
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Tras los primeros fallecimientos, en Argentina se hicieron cambios en las políticas de salud.

Las seis muertes por causa del virus H1N, confirmadas por las autoridades sanitarias, colocaron a Argentina en una posición de dudoso privilegio: cuarta en el ránking mundial de países con mayor número de víctimas fatales de la gripe porcina.

Tras el anuncio de dos nuevos fallecimientos el jueves, el país sudamericano quedó detrás de México, Estados Unidos y Canadá, y con sólo un caso menos que este último, según estadísticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El último reporte de este organismo sanitario señala que el virus ya infectó a 40.828 personas en 89 países, y causó la muerte de 171.

Por su parte, Chile es el único país del Cono Sur identificado como zona de "transmisión comunitaria sostenida", y registra el mayor número de contagios: más del triple que su vecino Argentina, pero con menos casos mortales.

Con las estadísticas a la vista, la OMS ya había alertado a los gobiernos que debían prepararse para una batalla de largo plazo contra la enfermedad, elevada hace unos días a fase 6 de pandemia declarada.

Nuevo rumbo sanitario

Las muertes por el virus de la influenza A llevaron a las autoridades argentinas a anunciar cambios en las políticas de salud para hacer frente al avance de la enfermedad.

El gobierno informó que se abandonó la "etapa de contención", según los criterios epidemiológicos, para ingresar en una instancia de "mitigación" en aquellos distritos donde hubo decesos.

Por el momento, los casos fatales -cinco de los seis eran menores de edad- se concentraron en la capital y en zonas suburbanas de la provincia de Buenos Aires.

"La etapa de mitigación consiste en profundizar la vigilancia epidemiológica, no dar medicación a todos los pacientes sospechosos como se hizo hasta ahora sino apuntar fundamentalmente a los grupos de riesgo", le detalló a BBC Mundo el director de Epidemiología de Buenos Aires, Mario Masana Wilson.

Los expertos señalan que los casos graves de gripe porcina se han registrado dentro de los grupos de riesgo: es decir, en pacientes que presentan patologías previas -como diabetes, enfermedades cardiovasculares o alteraciones metabólicas- y que por ello se vuelven más vulnerables al contagio.

La circulación del virus en el llamado conurbano bonaerense - el cinturón densamente poblado que rodea a la capital argentina- preocupa a las autoridades sanitarias. Allí se concentran sectores de bajo nivel de ingresos y barrios marginales, donde la llegada del virus podría disparar los índices de contagio.

Dos zonas

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La medida del cierre de las escuelas fue revocada en la fase de "contención".

La nueva política en práctica establece que Buenos Aires se dividirá en dos: en los partidos donde se asume la transmisión sostenida del virus -sobre todo en los alrededores de la capital porteña- los recursos se concentrarán en tratar a los grupos de riesgo.

En las otras zonas, sin muertes confirmadas, seguirán en marcha las medidas de "contención" vigentes hasta hace unos días, con miras a tener la menor cantidad de casos posibles antes del inicio del invierno.

"La diferencia tiene que ver con que asumimos que el virus circula y ya sabemos cómo circula, y podemos orientar los recursos a tratar el mal, en lugar de destinarlos a la prevención de manera masiva", señaló Masana Wilson.

Sin embargo, la confirmación de los casos mortales generó un estado de alarma en la población.

En la línea telefónica de atención gratuita dependiente del Ministerio de Salud, el número de consultas por la gripe porcina creció "mucho" en las últimas horas, según un miembro del equipo que responde a los llamados.

"Más que nada, se comunica gente con síntomas gripales, pero la gente está como bastante más alarmada", dijo un operador ante la consulta de BBC Mundo.

Polémica escolar

Tras la reunión el martes de un comité de expertos, el gobierno anunció que no se cerrarán más escuelas en el área metropolitana, en una decisión que generó sorpresa en algunos sectores de la población.

Hasta ahora, las autoridades habían ordenado el cese temporal de clases en institutos que registraran dos casos de infectados o sospechosos. Pero en la recién inaugurada "etapa de mitigación", esta medida también ha sido revisada.

Los expertos en epidemiología avalaron la decisión del gobierno. Incluso la misma OMS había desaconsejado la clausura de institutos de enseñanza como medida preventiva.

"Cerrar las escuelas tiene sentido sólo para evitar que los niños adquieran la influenza y la transmitan a los adultos que tengan un inmuno-compromiso, por enfermedad, por edad o por medicación. Pero no es una medida adecuada, es excesiva", le señaló a BBC Mundo el médico Víctor Rosenthal, presidente de la Comunidad Científica Internacional de Control de Infecciones Nosocomiales (INICC).

Para el especialista, también el tratamiento indiscriminado o el "sobrediagnóstico" de la primera etapa, en la que cualquier caso con síntomas gripales era sometido a una hisopada para descartar el virus H1N1, resultó exagerado.

"Al paciente que tiene la influenza A hay que dejarlo en la casa, y tratar con drogas antivirales a los familiares o personas que vivan con él. Cualquier cosa más generalizada es una pérdida de recursos que no lleva a controlar la difusión del virus", opinó Rosenthal.

Sin embargo, las autoridades sanitarias resaltaron que la situación no ha empeorado, ni la conducta del virus se ha vuelto más agresiva.

"La tasa de letalidad es muy baja, del 0,5 al 0,7% . Las muertes aparecen porque al haber mayor número de casos, ese porcentaje se materializa en una muerte... Es una cuestión matemática, y por eso va a haber más muertos, desgraciadamente", explicó el funcionario bonaerense Masana Wilson.

Como parte de las medidas, el gobierno argentino anuncióla compra medicamentos por casi AR$90 millones (unos US$ 25.000), siguiendo la recomendación de la Organización Panamericana de la Salud de completar un stock de 2 millones de tratamientos antivirales.