La circuncisión no reduce el VIH
La circuncisión en hombres que ya están contagiados con el VIH -el virus que causa el Sida- no previene la transmisión de la infección a sus parejas mujeres, revela una investigación.

A pesar de los resultados se debe seguir ofreciendo la circuncisión masculina.
Estudios en el pasado han demostrado que la ciruncisión masculina -la extirpación quirúrgica del prepucio del pene- puede proteger a los hombres del contagio de VIH.
Pero la nueva investigación, publicada en la revista médica The Lancet- no encontró beneficios entre los hombres que ya están contagiados con el virus.
El estudio, que se llevaba a cabo en África, fue suspendido debido al riesgo que estaba significando para las mujeres participantes.
La investigación de la Escuela de Salud Pública de la Universidad Johns Hopkins en Estados Unidos, afirma que de cualquier forma se debe continuar ofreciendo el procedimiento a los hombres VIH positivos.
Pero hay que advertirles que deben utilizar condones.
Con abstinencia
Hace tres años, varios estudios llevados a cabo en Kenya, Sudáfrica y Uganda mostraron que la circuncisión reduce en cerca de 50% el riesgo de un hombre de contagiarse con VIH.
Basados en estos resultados tanto la Organización Mundial de la Salud (OMS) como la agencia de ONU contra el SIDA (ONUSIDA) recomendaron que los hombres sean circuncidados, independientemente de si son VIH positivos o no.
En la nueva investigación llevada a cabo en el distrito de Rakai, en Uganda, participaron 922 hombres de entre 15 y 49 años no circuncidados, contagiados con VIH y que no mostraban síntomas.
Entre los participantes se seleccionó a 474 hombres para someterlos a una circuncisión inmediata y a 448 para someterlos al procedimiento dos años después.
También se involucró en el estudio a casi 170 mujeres -no infectadas- que eran parejas de los participantes y se siguió un registro a los seis, 12 y 24 meses.
Sólo 92 parejas del grupo sometido a la circuncisión inmediata y 67 parejas del otro grupo fueron incluidas en el análisis final.
Los resultados mostraron que en el primer grupo una proporción más alta de mujeres (18%) resultaron infectadas con VIH, comparadas con 12% del segundo grupo.
Los científicos creen que la tasa más alta de transmisión pudo haberse debido a que las parejas reanudaron sus relaciones sexuales antes de que la circuncisión sanara apropiadamente.
"La circuncisión de hombres contagiados con VIH no redujo la transimisión de VIH a las mujeres parejas en el curso de 24 meses" afirma la doctora Maria Wawer quien dirigió el estudio.
"Debido a esto no pudimos analizar los efectos a largo plazo".
Y la investigadora agrega que "el uso de condones después de la circuncisión masculina es esencial para la prevención de VIH".
Sin embargo, la doctora Wawer señala que, dado los beneficios generales de la circuncisión tanto para hombres no contagiados como para mujeres, no es adecuado por el momento recomendar que los hombres VIH positivos no sean circuncidados, o que se reduzcan los programas de circuncisión.
"Es inevitable -dicen los autores- que los hombres que están contagiados con VIH requieran que se les circuncide, en parte para evitar el estigma.
"Los resultados del estudio demuestran que es muy necesario promover una estricta adherencia a la abstinencia sexual durante la curación de la herida, y el uso continuo de condones posteriormente cuando un hombre contagiado con VIH se somete a una circuncisión".
Herramienta útil
Los hombres circundados deben seguir usando condones.
Una solución, agregan los investigadores, sería someter a los hombres a una circuncisión durante los primeros años de su vida.
"La circuncisión de niños y jóvenes antes de que comiencen su vida sexual podría mitigar los desafíos de la circuncisión masculina en hombres infectados con VIH", señala doctora Wawer.
"Sin embargo, esta estrategia podría requerir de la cuidadosa consideración de asuntos relacionados al consentimiento de los padres y el menor".
Otros expertos afirman que los resultados de este estudio no deben impedir el uso de la circuncisión en los programas de prevención de VIH, principalmente en los países en vías de desarrollo donde puede ser difícil la obtención de preservativos o donde las mujeres están en más riesgo de contagio.
Pero subrayan que la circuncisión no debe ser vista como una estrategia única en la prevención de la infección.
"A pesar de los resultados de este estudio debemos seguir apoyando las recomendaciones de la OMS y ONUSIDA" afirma el doctor Jared Bateten, de la Universidad de Washington, Estados Unidos.
"Aunque la circuncisión de hombres contagiados con VIH no parece reducir directamente el riesgo de VIH en sus parejas mujeres a corto plazo, las mujeres se beneficiarán a largo plazo.
"Porque se espera que los programas a gran escala de circuncisión masculina conduzcan a una reducción en la prevalencia del VIH en las comunidades en unos 10 o 20 años, tanto en hombres como mujeres, porque evitarán nuevas infecciones en hombres y la transmisión a sus mujeres", afirma el experto.