"Se marean y luego corren como locos"

  • Nicola Fell
  • BBC
Doña Porcela
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Doña Porcela dice que el Grisi Siknis convierte a las personas en brujas y las enloquece.

Llueve a cántaros en Puerto Cabezas, la principal ciudad de la costa caribeña en el norte de Nicaragua, donde Doña Porcela tiene su consultorio.

El cuarto está vacío con apenas unas pocas sillas plásticas, una mesa de madera y algunas botellas balanceándose precariamente sobre unas vigas.

Doña Porcela es una respetada curandera, y las botellas están llenas de sus pociones medicinales secretas.

Su paciente de hoy es una adolescente que está dormida sobre un pedazo de cartón que sirve de colchoneta en el piso sucio.

"El Grisi Siknis convierte a las personas en brujas y las enloquece", asegura.

El año pasado se registraron 65 casos de Grisi Siknis, que en lengua misquita quiere decir "locura de la selva".

Exorcismo

El mal se comporta como un virus y lleva a adolescente tras adolescente a un trance frenético tras el cual caen en un largo período de inconsciencia parecido al coma.

Lola Emberto e hijos
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Todos los hijos de Lola Emberto padecieron Grisi Siknis.

Cuando la medicina occidental no sabe cómo tratar esta misteriosa enfermedad, Doña Porcela dice que ella es capaz de curar a los afectados usando sus brebajes.

"Se pueden tomar o bañarse con ellos", explica. "En dos o tres días te curan".

La curandera también se sirve de hierbas y velas para efectuar una ceremonia de "limpieza" de los aquejados parecida al exorcismo.

Ella viaja a cualquier sitio en respuesta a la demanda de padres ansiosos, como Lola Emberto, cuya vivienda se levanta entre palmeras y tierra roja en Barrio Pobre, en las inmediaciones de Puerto Cabezas.

"Mis hijos estuvieron afectados por cuatro meses", dice Emberto.

"Yo no podía dormir o comer. Mi hija sólo corría como una loca. Se rompía la ropa".

Lola Emberto agrega que durante uno de los trances, la hija se precipitó a un pozo.

La adolescente corría hacia el bosque o hacia el río y la gente trataba de atajarla como podía.

Tanto la chica, de 13 años de edad, como los hijos varones de Emberto, ambos de 18 años, fueron víctimas del Grisi Siknis.

Magia negra

Lola Emberto, como muchos otros integrantes de la etnia misquito, cree en la magia negra y en el poder de Doña Porcela para deshacer un maleficio y curar.

Casa de Lola Emberto
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Emberto y su familia viven en Barrio Pobre, en las inmediaciones de Puerto Cabezas.

Los primeros casos registrados de una histeria colectiva, como el Grisi Siknis, se remontan a la década de 1850.

Tradicionalmente los aquejados eran sólo misquitos, pero el problema afectó recientemente a Anadina Smith, de origen europeo.

"Un día en la escuela empecé a sentir mareos y dificultad para respirar", manifiesta.

"Entonces, vi algo que venía hacia mí, una especie de hombre negro o dragón que se me metió adentro y tomó posesión de mí".

El mal se extendió el mismo día a otras tres chicas de la escuela de Smith, cuyo director es el reverendo Harold Dixon.

Él ha visto muchos trances de Grisi Siknis. Los afectados "se comienzan a marear y se desmayan", comenta.

Al recobrar la conciencia "comienzan a gritar y se golpean la cabeza en la pared o en el pupitre. "Tiene una fuerza exagerada".

Según Dixon, "se necesitan cinco o seis personas para reducir a una sola chica".

Investigaciones

En la periferia de Puerto Cabezas, en la Universidad Comunitaria URACCAN, el profesor Pablo McDavis, del Departamento de Enfermedades Indígenas, ha venido investigando el Grisi Siknis durante años.

"Hemos hecho análisis de sangre tomada de los pacientes cuando sufren un ataque y en el laboratorio no hemos detectado anomalías", manifiesta.

"Medicamentos o inyecciones sólo aumentan la agresividad del paciente y clínicamente no podemos determinar la causa del problema".

En palabras de McDavis, "es como un brote. Si no se controla a tiempo un ataque, el mal se puede extender a toda una comunidad".

En lo que va de año se han registrado 46 casos de Grisi Siknis, y si bien el mal sigue desafiando a la clasificación médica occidental, para Doña Porcela las oportunidades de negocio permanecen imperturbables.