Transformando las favelas
- Gary Duffy
- BBC, Río de Janeiro

Decenas de miles de personas viven en estos barrios marginales.
Los titulares de prensa referentes al grupo de favelas de Río de Janeiro conocido como el Complexo do Alemão en general han sido desalentadores en los últimos años.
En un solo día de 2007, la policía, que perseguía a narcotraficantes, mató aquí a 19 personas, en circunstancias que todavía se disputan amargamente.
Para las decenas de miles de personas que viven en el área, una de más pobres de Río, la vida cotidiana ha implicado a veces caminar sobre una cuerda floja entre las pandillas que se dedican al tráfico de drogas y la policía.
Pero la geografía de por lo menos parte de esta área aquejada de problemas ha estado cambiando en los últimos meses, como resultado de un importante plan de inversiones de las autoridades estatales y federales.
Grandes inversiones
En total, se están invirtiendo más de US$270 millones para mejorar la infraestructura del área, a través de la construcción de cientos de nuevos hogares, centros de salud y guarderías infantiles.
Grandes proyectos de construcción tienen lugar en la favela.
También se está levantando un sistema de teleférico para llevar a los residentes por la pendiente escarpada a sus hogares, que se extienden sobre las laderas de Río, un modelo que fue utilizado en Medellín, Colombia, para ayudar a integrar a las comunidades de los barrios pobres situados en las zonas más altas de la ciudad.
El gobierno federal ha destinado enormes sumas de dinero para proyectos energéticos, de infraestructura y de transporte, en todo Brasil, a través del Programa de Aceleración de Crecimiento (PAC).
Las obras que se realizan en el Complexo do Alemão forman parte de ese programa.
"Este proyecto revitalizará el complejo; el teleférico proporcionará transporte a las masas", dice Wilson Fernandes, uno de los gestores del plan.
"Vamos a tener saneamiento básico y todo que una zona urbana necesita: escuelas, hospitales, guarderías y bibliotecas", añade.
Mejoras
Iracema Iara Goncalves tiene 72 años de edad y ha vivido en esta área durante más de tres décadas.
Residentes como Iracema Iara Goncalves señalan que las cosas están mejorando.
Su hogar está en uno de los puntos más altos del Complexo do Alemão, lo que en las favelas de Río a menudo también significa que es el distrito más pobre.
Debido al número de casas que han desaparecido a causa de hundimientos, el área fue bautizada irónicamente como la "Colina del Adiós" por un residente, un apodo que se ha vuelto popular.
El agua fluye libremente frente a la casa de Iracema y los callejones que la rodean están llenos de desperdicios y escombros, pero ella recuerda tiempos peores.
"No había agua ni alcantarillado ni electricidad y tenía que tomar energía eléctrica prestada de la casa de un vecino", cuenta.
"Pero por la mañana él desconectaba los cables y yo no podía tener ni siquiera un refrigerador. Poco a poco las cosas han mejorado", señala.
A poca distancia de su casa, se llevan a cabo las obras del nuevo sistema de teleférico que ayudará a Iracema y a otros residentes a llegar a sus hogares.
Esperanza
La líder comunitaria local Nilcéia da Conceição dice que la crisis económica mundial no ha tenido ningún impacto aquí porque el plan de inversiones les está dando esperanza a los residentes.
Los trabajos de construcción han cambiado la vida de personas como Thiago da Silva.
"La crisis no nos está afectando", insiste, "porque la mayoría de la gente tiene trabajo y gana dinero y recibe lo que nunca antes había tenido: un salario justo".
"Pueden trabajar más y ganar dinero adicional; el PAC es realmente la salvación de la comunidad", agrega.
Según informes, alrededor del 40% de la mano de obra en los nuevos proyectos del Complexo do Alemão proviene de la comunidad local.
Para Thiago da Silva, el programa de mejora le ha dado su primer trabajo formal así como el entrenamiento que él espera que garantizará su futuro.
"Mi vida ha cambiado mucho", dice, "estoy aprendiendo cada vez más - entre más me quede, más aprenderé - y me gano la vida. Le doy gracias a Dios por esta oportunidad de trabajar aquí".
No está claro cómo los narcotraficantes locales ven todo este desarrollo, pero los residentes dicen que en los últimos tiempos el área ha estado más tranquila. Parece una paz precaria y es demasiado pronto para decir si durará.
Crisis económica
En una conferencia en Río de Janeiro, esta semana, para debatir el impacto de la crisis económica en América Latina, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, puso como ejemplo al PAC como una forma de ayudar a su país a salir rápidamente de los problemas que ésta ha causado.
Lula dijo que se invertirán US$300.000 millones, una estrategia que, según el gobierno, creará empleos y estimulará la economía.
"Eso expresa la relación de socios entre el gobierno estatal, con su visión estratégica, y las empresas privadas que tienen sensibilidad social".
"Queremos una globalización con ética", dijo, "en la que la gente esté en el centro de nuestras preocupaciones y acciones".
"El mundo espera mucho de nosotros. Nuestro peor error sería no actuar con intrepidez y con una visión de transformación".
Críticas
Sin embargo, el plan de inversiones del PAC tiene sus críticos.
Según informes, diversos planes del programa se han retrasado por causas burocráticas y, de acuerdo a cifras publicadas en febrero, sólo se han concluido proyectos públicos por un monto de US$21.500 millones.
Hay quienes dicen que el principal objetivo del plan del crecimiento es impulsar la popularidad del gobierno.
Según algunos, los plazos para terminar diversos proyectos en el Complexo do Alemão se han adelantado para que coincidan con las elecciones presidenciales del próximo año. Una fuente le dijo a BBC que, como consecuencia, la calidad de las obras ha disminuido.
Pero en una comunidad descuidada durante tanto tiempo por las autoridades, la gente local parece pensar que, a pesar de sus defectos, el plan de inversiones es mejor que cualquier cosa anterior, cuando el estado estaba casi totalmente ausente de sus vidas.