En medio de la crisis, Fiat busca crecer
- Redacción
- BBC Mundo
La automotora italiana Fiat está negociando la adquisición del brazo europeo de la estadounidense General Motors.
Una "pareja ideal", de acuerdo al director de Fiat Luca Cordero di Montezemolo.
Fiat ya había hecho propuestas para comprar la también estadounidense Chrysler, que se ha declarado en bancarrota.
Y es que a pesar de que la crisis global ha tenido consecuencias verdaderamente catastróficas en la industria, para Fiat la coyuntura económica representa una oportunidad dorada, afirma el corresponsal de la BBC en Berlín Steve Rosenberg.
Su jefe ejecutivo Sergio Marchionne ha vislumbrado la posibilidad de crecer en plena recesión, agrega. De florecer en plena tormeta con una alianza que él mismo ha calificado de "matrimonio celestial".
Si se concreta el negocio, el imperio resultante pasaría a controlar las marcas Fiat, Lancia, Alfa Romeo, Vauxhall y Opel, y se disputaría con la alemana Volkswagen el puesto número dos en la lista de las automotoras más grandes. Sólo estaría por debajo de la japonesa Toyota.
Pero antes, Marchionne deberá convencer a Opel y Vauxhall de que su oferta es la mejor.
En Berlín, intentará convencer al gobierno y los sindicatos de que su proyecto asegurará el futuro de Opel, donde trabajan unas 26.000 personas, sin provocar dramáticos recortes de personal o el cierre de fábricas.
Vauxhall emplea a unas 6.000 en el Reino Unido.
¿Viable?
Pero no está claro que Fiat pueda salir airoso de un crecimiento tan acelerado.
"Van a ser una potencia mundial, supongo. ¿Quién lo hubiera pensado?", comenta desde Grand Rapids, Michigan, Erich Merkle, un analista independiente de la industria automotriz.
"Convertiría a Fiat en un gran fabricante, pero como se ha visto en el pasado, eso no necesariamente es sinónimo del éxito", agrega.
Hace cinco años, GM rechazó la posibilidad de adquirir Fiat, pero la semana pasada anunció que recortará 21.000 puestos de trabajo, y que dejará de producir la marca Pontiac. Todas estas medidas forman parte de una serie de reestructuraciones que debe enfrentar para alcanzar las metas impuestas por Washington como condición para su rescate.
Como sus rivales Ford y Chrysler, GM ha visto a sus ventas caer en picada en los últimos años, una tendencia que se ha pronunciado con la crisis.