Feria de aviación entre nubarrones
- Redacción
- BBC Mundo

El premier francés Francois Fillon inauguró la feria de París.
La feria de aviación de París, una exposición bienal que celebra su edición número 100, se inauguró este lunes en medio de una nube de estimaciones a la baja en la industria aérea.
La caída en los vuelos comerciales ha golpeado de tal forma las finanzas de las aerolíneas que no se esperan grandes pedidos durante esta exposición.
Para los fabricantes de aviones es un golpe duro, especialmente para Airbus y Boeing. En ferias anteriores, estos dos gigantes del aeroespacio, junto con otras compañías, hacían anuncios de rutina sobre cientos de nuevos pedidos de las aerolíneas. No es el caso este año.
La semana pasada, Boeing, por primera vez en más de una década, estimó a la baja sus proyecciones a 20 años para el mercado de aviación comercial, mientras Airbus, hace un mes previó sólo "300 pedidos" para 2009.
"Este es un año duro para pedidos", señaló John Leahy, jefe ejecutivo de Airbus.
"Habrá poco anuncios, pero puedo asegurar totalmente que no serán los 400 pedidos que tuvimos en la feria del año pasado".
Vuelos vacíos
La recesión está provocando que las grandes aerolíneas realicen vuelos con cada vez más asientos vacíos, especialmente en clase ejecutiva.
"Cuando los viajeros de negocios vuelan están comprando boletos más económicos y moviéndose hacia la parte trasera del avión", observó Chris Wills, analista de aviación del centro Ascend Worldwide.
Esta "caída masiva del tráfico de primera clase" es una mala noticia para las aerolíneas, señaló Jorn Madslien, corresponsal de negocios de la BBC.
"Las compañías aéreas han descansado en los pasajeros de clase ejecutiva para fortalecer los niveles más bajos y en algunos incluso para subsidiar a aquellos que se sientan 'detrás de la cortina'".
La Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA, siglas en inglés) predijo que la demanda de pasajeros se reducirá en 8%, a 2.060 millones de viajeros, en 2009, comparado con los 2.240 millones en 2008.
El impacto se siente en la feria de París, donde los pedidos se cancelan o se aplazan. Y además está la sombra del Airbus caído en el Atlántico a principios de mes.
"Lo único que nos falta es una plaga de langostas para completar el escenario", dijo Alan Joyce, jefe ejecutivo de Qantas Airways.