“Histórica” ampliación del ALBA
- Yolanda Valery
- BBC Mundo, Venezuela

La cumbre extraordinaria del ALBA se desarrolló en la ciudad venezolana de Maracay.
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En una cumbre extraordinaria llevada a cabo en la ciudad venezolana de Maracay, a unos 130 kilómetros al oeste de Caracas, el presidente Rafael Correa destacó las bondades de la incorporación ecuatoriana al ALBA como medio para fortalecer la integración y la soberanía de los pueblos.
Correa señaló que “por supuesto que el ALBA es un proyecto político”, que fomenta la “solidaridad, la integración, ser dueños de nuestro propio destino” y agregó que “no hay que reducir la integración a la búsqueda de los mercados”.
El mandatario manifestó que su país no se aleja “de ningún proceso integracionista, siempre que no encubran o permitan la injerencia de quienes han tratado de aprovecharse de nuestras ganancias”.
Indicó que apoyaba la consolidación de la CAN, el Mercosur, Unasur y la creación de una comunidad de estados latinoamericanos y del Caribe.
En 2007 Ecuador había condicionado su inclusión al ALBA al regreso de Venezuela a la CAN, de la que este último país se salió por causa de la insistencia de otros de sus miembros – Colombia y Perú – en establecer acuerdos con Estados Unidos.
Hasta ahora Venezuela no ha formalizado ningún anuncio en el sentido de volver al grupo andino.
Firma y desfile
Por su parte, el presidente Hugo Chávez – principal promotor del ALBA – destacó la importancia histórica de la incorporación de Ecuador, junto con las naciones caribeñas San Vicente y las Granadinas y Antigua y Barbuda que también formalizaron su adhesión este miércoles.
Chávez indicó que el ALBA pasaría a llamarse “ALBA TCP” (Tratado de Comercio de los Pueblos) e indicó que era una “osadía construir lo nuevo, echar atrás los modelos de dominación”.
Los actos se produjeron en el marco de la conmemoración del 188° aniversario de la batalla de Carabobo, en la que Venezuela selló su independencia de la corona española y fueron precedidos por un desfile militar en el que participaron tropas y cadetes de cuatro de las naciones del ALBA.
En el desfile, Chávez manifestó que Latinoamérica todavía estaba dando la batalla por la soberanía y que pueblo y soldado eran “la fórmula perfecta para hacer una verdadera revolución”.
Ausentes y desencuentros
El presidente de Venezuela fue uno de los impulsores del proyecto alternativo al ALCA estadounidense.
La Alternativa Bolivariana para las Américas fue creada en 2004 por iniciativa de Venezuela y Cuba, como contraparte al Área de Libre Comercio para las Américas (ALCA). Desde el principio se le unieron también Bolivia y Nicaragua.
Los presidentes de todos los países fundandores, menos Cuba, estuvieron presentes en la reunión de este miércoles. La ausencia del presidente Raúl Castro, cuya participación había sido confirmada por el propio Chávez la semana pasada, no pasó desapercibida por los observadores locales e internacionales, aunque no se informó del motivo del cambio de plan.
Sin embargo, el mandatario venezolano destacó el papel que tuvo Fidel Castro en la conformación del ALBA. Sin su aporte, dijo, no hubiera sido posible crearlo.
Chávez y Correa coincidieron también en atribuirle al trabajo del foro bolivariano el hecho de que la asamblea de la Organización de Estados Americanos (OEA) levantara el veto que impedía a Cuba formar parte de esa organización, en su reunión de Honduras el mes pasado.
En lo que los mandatarios venezolano y ecuatoriano tuvieron un aparente desencuentro fue en relación con los mecanismos de seguimiento de los proyectos del ALBA. Correa insistió en que debían ser más frecuentes y eficaces, para que pudieran producir resultados concretos.
Chávez replicó que la estructura existente, y en particular la comisión política, había hecho un gran trabajo. Señaló que no era la primera vez que su par ecuatoriano lo “fustigaba” en esta materia. No obstante, manifestó estar de acuerdo con revisar el asunto.
“Ya me quiere sacar, presidente”, bromeó Correa, quien indicó que apenas llegando ya había empezado a “molestar”.
En todo caso, coincidieron en que el ALBA es un mecanismo de integración económica, pero también político y social. Algunos comentaristas critican al grupo por considerar que no atiende a ningún objetivo concreto de intercambio comercial, ya que los países que lo integran son económicamente parecidos y tienen poco que venderse los unos a los otros.
“Es un símbolo ideológico del presidente Rafael Correa, que busca afirmarse en sus definiciones con los gobiernos que tienen retóricas similares”, le dijo a BBC Mundo el analista político ecuatoriano Teodoro Bustamante.
“Chávez y su gobierno están manteniendo esa vinculación con esos países para que estos sigan apoyando al presidente venezolano en todo lo que hace”, indicó el internacionalista venezolano y ex vicencanciller, Adolfo Taylhardart.