Ecuador entra al ALBA
- Yolanda Valery
- BBC Mundo, Venezuela

Para Correa, iniciativas como el ALBA ayudan a cambiar el orden internacional.
Ecuador formaliza este miércoles su ingreso a la Alternativa Bolivariana para las Américas, ALBA, mecanismo de integración regional creado en 2004 bajo los auspicios de Venezuela, país que lo planteó como opción al tratado de Libre Comercio con Estados Unidos (ALCA).
La nación sudamericana había participado hasta ahora como observador del foro bolivariano, del que forman parte Cuba, Bolivia, Nicaragua, Honduras, Dominica, San Vicente y las Granadinas, y Antigua y Barbuda.
La oficialización de su cambio de estatus se produce en una cumbre extraordinaria que tiene lugar en Venezuela, donde este miércoles se conmemora el 188° aniversario de la Batalla de Carabobo, que selló la independencia de este país de la corona española.
Portavoces oficiales venezolanos han calificado la incorporación de Ecuador como “histórica”, mientras que el presidente Rafael Correa destacó la importancia política del ALBA.
Ésta, dijo el mandatario ecuatoriano el pasado fin de semana , sirve para “coordinar voces en los foros internacionales de los países que estamos decididos a tratar de cambiar este orden internacional tan injusto”.
Ventajas comparativas
En lo económico, el panorama es objeto de debate entre especialistas en Venezuela y Ecuador.
“Con el ALBA se está constituyendo un esquema de integración que potenciará las ventajas comparativas de sus países miembros”, declaró el canciller ecuatoriano Fander Falconí, quien aseguró que el ingreso le dará a Ecuador "nuevas opciones de complementariedad en materia energética, comercial, financiera, de cooperación para la salud y tecnología".
Según algunos analistas ecuatorianos, los números no respaldan esta perspectiva de beneficio material a través del ALBA.
Un artículo reciente del diario El Comercio indicó, por otro lado, que las economías de todos los miembros del ALBA sumadas (de nuevo sin incluir a su principal promotor) no alcanzaban a la de naciones clave en el continente, como México o Argentina.
Por otro lado, críticos señalan que el intercambio comercial entre Ecuador y los miembros de la Alternativa, con excepción de Venezuela, es “incipiente”, es decir, comparativamente pequeño.
De acuerdo con el profesor de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, Teodoro Bustamante, los países que componen el mecanismo “son económicamente parecidos, por lo tanto poco complementarios”. Es decir, producen más o menos lo mismo y en consecuencia, tienen poco que venderse y comprarse los unos a los otros. En el caso de Ecuador y Venezuela habló de petróleo y productos agrícolas.
“No se le ve una perspectiva económica muy importante, sino que es un símbolo ideológico del presidente Rafael Correa, que busca afirmarse en sus definiciones con los gobiernos que tienen retóricas similares”, indicó.
Críticas y defensa
En Venezuela, el internacionalista Adolfo Taylhardart le dijo a BBC Mundo que hay un factor económico en la asociación de Ecuador, pero que no tiene que ver con intercambio.
“El ALBA es el club de los 'tírame algo', de países que están esperando que (el presidente de Venezuela) los apoye con dinero, con proyectos, aviones, etcétera”, señaló quien también fuera embajador venezolano en varios países entre las décadas de los 60 y 90.
A cambio Venezuela obtendría el apoyo de esas naciones en las políticas de cambio impulsadas por el presidente Hugo Chávez, bajo el título de “socialismo del siglo XXI”.
Desde la perspectiva oficialista, el analista político venezolano Alberto Aranguibel inscribió estas apreciaciones en una corriente que llamó de los “predictores del pasado, que están en contra de la política de justicia social que promueve el presidente Hugo Chávez”.
“Es falso que esto sea el producto de una chequera petrolera. Lo que se está dando es la integración de los mercados”, dijo el especialista.
“Si lo analizamos desde la óptica gerencial, que es el idioma que ellos hablan, la teoría establece que la pérdida de poder de negociación se da cuando hay un sólo cliente. Ellos son los que promovieron que tuviéramos un sólo cliente. Ahora lo que hay es una poderosa fuerza multinacional que está haciendo contrapeso a Estados Unidos”, agregó.
El analista indicó que iniciativas como el ALBA permitirán que países de economías modestas, como los centroamericanos, se conviertan eventualmente en “pequeñas potencias en las áreas en que son fuertes, como dijo el presidente Chávez”.
Crece el ALBA
En cuanto al efecto que tendrá sobre el ALBA el ingreso de Ecuador, Aranguibel lo describió como un hecho histórico por lo que este país “representa como referencia social, económica y política hacia el mundo entero”.
“Se está cumpliendo lo que estaba negado desde la óptica neoliberal, de que nuestras naciones tengan una capacidad de impulso propio, inspirados en una noción de soberanía para el avance de nuestros pueblos”, indicó.
Bustamante en Ecuador y Taylhardat en Venezuela, en cambio, le restaron importancia, sobre la base de que el mecanismo integracionista como tal carece de peso específico.
“No veo que haya una conducción económica clara, que haya un proyecto común”, señaló el primero. “Eso es una organización que no tiene ningún fundamento o finalidad, más allá del interés de Chávez de seguir atrayendo gobiernos ingenuos o que buscan beneficiarse”, dijo el segundo.
Para la cumbre de este miércoles está anunciada la presencia del presidente de Bolivia, Evo Morales; Nicaragua, Daniel Ortega y Cuba, Fidel Castro, además de Rafael Correa y representantes de alto nivel de los demás países miembro.