Alimentos más caros para los pobres

  • Redacción
  • BBC Mundo

En tiempos de crisis los pobres parecen llevarse la peor tajada, y los precios de los alimentos son un buen reflejo de esto.

Los indicadores económicos señalan que la recesión puso fin a la escalada global de precios en los alimentos que el año pasado provocó protestas en varias partes del mundo. Pero esto no es un consuelo para consumidores en ciudades tan diferentes como Buenos Aires o Nairobi.

"Aunque los precios, en términos generales, bajaron desde el año pasado, continúan siendo altos en muchos países pobres", señala el informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), que se basa en precios al por mayor de varias categorías de alimentos.

Según estos datos, que figuran en un reporte del corresponsal de la BBC para asuntos económicos Mark Gregory, los precios de los alimentos cayeron significativamente desde junio del año pasado, pero comenzaron a subir de nuevo a inicios de 2009. De febrero a mayo, el alza fue de un 9%.

Investigaciones de la BBC también confirman esta tendencia. En el último año la BBC lanzó su propio índice de precios de los alimentos, monitoreando qué pasa en los mercados de siete ciudades alrededor del mundo.

En general, los precios han subido en sólo 5% en estas ciudades. Sin embargo, mientras en Washington y en Bruselas los precios bajaron en 17% y 10% respectivamente, en Nairobi, la capital de Kenia, subieron en 31% y en Buenos Aires aumentaron en 19%.

El analista de la BBC Mark Gregory destaca que la recesión ha reducido el poder de compra de los más pobres, y en ese contexto "adquirir alimentos puede resultar tan difícil como en el peor momento de la escalada global de precios del año pasado".

Recuperación y aumento de precios

Los alimentos no fueron los únicos que subieron de precio desde febrero de este año.

Ésta parece ser la tendencia para varios tipos de commodities o materias primas.

"Desde marzo, los precios del petróleo, de los metales, entre otros, han iniciado una escalada, en medio de señales de que lo peor de la crisis económica ha pasado ya", señala el corresponsal de la BBC Mark Gregory.

"Es lógico que los precios de los alimentos se comporten de la misma forma, aunque en el costo de éstos inciden muchos factores", agrega.

El analista cita un segundo informe de la FAO y de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) según el cual "la próxima ola de aumentos en los precios vendrá con la recuperación económica".

Gregory señala que "lo que se supone es que los precios subirán en la medida en que crezca la economía, pero probablemente no tanto ni tan rápido como en 2008, por lo menos por un buen tiempo".

Subida sin precedentes

Lo que sucedió el año pasado con los alimentos marcó una tendencia sin precedentes a nivel global.

El índice de precios de la FAO es en la actualidad 50% más alto que en 2003 y 60% con relación al año 2000.

Pie de foto,

El crecimiento de la demanda en países como China e India contribuyó a la subida de los precios.

Esto fue resultado de varios factores: pérdidas en las cosechas de varios países, el aumento de los precios del petróleo , el uso de algunos cultivos para biocombustibles y la especulación.

Además, la caída del dólar frente a otras monedas y un aumento del consumo en economías de gran crecimiento como India y China, también contribuyeron a esta tendencia.

Y aunque varios de estos factores ya no están en juego, la FAO señala que es muy poco probable que los precios caigan por debajo del nivel que tenían antes de esa escalada histórica.

Tendencias de largo plazo

El informe de la FAO y la OCDE pronostica que los precios de los alimentos subirán entre un 10% y un 20% en los próximos diez años, comparado con el período de 1997 a 2006.

La investigación no descarta que vuelva a producirse un aumento como el de 2008.

Además de la recuperación económica, otros dos factores que incidirán en los precios serán una mayor demanda en países en desarrollo y el uso de algunos cultivos para biocombustibles.

Y estos son precisamente dos de los factores que llevaron a la escalada de 2008.

Parecería que la era de precios altos en los alimentos llegó para quedarse.