Plan de ahorro para el ejército de EEUU

  • Redacción
  • BBC Mundo
Avión del tipo F-22
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Gates quiere paralizar los programas más costosos de su departamento.

Robert Gates, responsable de Defensa en la Administración Obama, cree que en tiempos de crisis el ejército también debe apretarse el cinturón.

Su presupuesto para 2010 es de 534.000 millones de dólares y contempla un ligero aumento de los fondos, pero a cambio se tendrán que frenar algunos de sus más importantes programas armamentísticos.

"Estados Unidos debe reequilibrar sus fuerzas y sus capacidades militares para hacer frente a las guerras del presente y a las del futuro", dijo el secretario de Defensa, quien planea paralizar el ambicioso programa de compra de aviones F-22.

Los F-22, que cuestan 140 millones de dólares cada uno, se fabrican desde los años 80 y fueron diseñados para equilibrar el poder de EE.UU. frente a la U.R.S.S. durante la Guerra Fría.

Armamento obsoleto

Según el corresponsal de la BBC en Washington, Adam Brookes, Gates quiere deshacerse de armamento obsoleto tras haber aprendido la lección en las guerras de Irak y Afganistán.

También quiere poner fin a la producción de los helicópteros presidenciales VH-71, un programa que retrasó por seis años la entrega de los aparatos y que ahora corre el riesgo de desaparecer.

Los productores de armamento respondieron a Gates que cerca de 100.000 empleos podrían desaparecer si el Departamento de Defensa se niega a comprar sus aeronaves.

En marzo, Gates, quien pasó de servir a George W. Bush a trabajar para Obama, advirtió que "una de las cosas que sabemos desde hace meses es que el grifo de dinero para la defensa que se abrió tras Septiembre 11 se va a cerrar".

Durante el mandato de Bush, las fuerzas armadas estaban consumiendo cerca del 6% de la economía del país, uno de los niveles de gasto más altos desde la II Guerra Mundial.

En épocas de recesión, las arcas del Tesoro no pueden darse el lujo de cubrir todas las necesidades del Pentágono.

Más inversión en personal

A cambio, Gates anunció un incremento en la producción de aviones del tipo F-35 y un aumento del presupuesto en otras áreas de Defensa, como el cuidado médico de los soldados y sus familias, o inversiones en la estructura civil del Pentágono.

El secretario de Defensa quiere elevar también el número de soldados del Ejército de tierra y de Marina hasta los 547.000 y 202.000 respectivamente.

Su presupuesto busca potenciar además otros planes de defensa, como los programas de misiles o la construcción de barcos para la Marina.

Sin embargo, según advierte Brooks, no le será fácil ejecutar su presupuesto. Necesitará el visto bueno del Congreso, compuesto por representantes de distritos muy dependientes de la industria armamentística y de los programas que Gates quiere suspender.