Carta gigante al presidente de EE.UU.

  • Carlos Ceresole
  • BBC Mundo, Los Ángeles

Cuando regrese la próxima semana a la Casa Blanca tras la Cumbre de la Américas, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se encontrará con un reclamo conocido, aunque en un formato poco habitual.

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El padre Estrada envió casi 9.000 firmas al presidente pidiendo que detenga las redadas.

El padre Richard Estrada, párroco de la Iglesia Nuestra Señora Reina de Los Ángeles, le envió este viernes por correo decenas de páginas gigantes conteniendo las 8.680 firmas recolectadas entre sus feligreses durante la Semana Santa para pedirle que detenga las redadas contra los inmigrantes indocumentados.

"Barack Obama puede ya mismo firmar una orden ejecutiva y detener la separación de la familias que tanto afecta a nuestra comunidad", le dijo el padre Estrada a BBC Mundo.

La carta que acompaña el envío también va dirigida a la secretaria de Seguridad Interna, Janet Napolitano, de quien depende el Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés).

En ella, la comunidad parroquial señala que "miles de nuestros feligreses viven en el terror de ser deportados y ver sus familias destruidas... las redadas separan inhumanamente y por la fuerza a los hijos de su padres y a las esposas de sus maridos".

Un reciente informe del Centro Hispano Pew estima que hay unos 12 millones de inmigrantes indocumentados en Estados Unidos, alrededor del 4% de la población total del país.

Según datos oficiales, el ICE deportó en 2008 un cifra récord de casi 350.000 personas acusadas de residir ilegalmente en territorio estadounidense.

"Cristo inmigrante"

La parroquia del padre Estrada ha funcionado como misión católica en Los Ángeles, California, desde la fundación de la ciudad por los conquistadores españoles en 1781.

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Para el sacerdote, la Iglesia no puede desentenderse de la vida real y ser indiferente al sufrimiento de los fieles.

Su estructura colonial aún domina el centro histórico erigido alrededor de la Placita Olvera, en el llamado "Pueblo" angelino.

Para el sacerdote, la Iglesia no puede desentenderse de la vida real y ser indiferente al sufrimiento de los fieles.

"La tristeza del Viernes Santo, de Jesús crucificado, de su denuncia pública... eso mismo es lo que le pasa todos los días a los inmigrantes. Cristo hoy es un inmigrante", aseguró.

Miguel Jaime vive ilegalmente en Estados Unidos desde hace 18 años y fue uno de los primeros que se acercó a firmar la carta colectiva.

"Con miedo o sin miedo igual tenemos que salir a trabajar. Pero si nos legalizaran al menos podríamos conseguir mejores empleos y salarios para poder sobrevivir", le dijo a BBC Mundo.

Reforma para cuándo

El gobierno ha dado señales de querer lanzar este mismo año el tema de la reforma migratoria al debate público.

Así lo afirmó la semana pasada al diario The New York Times Cecilia Muñoz, directora de Asuntos Intergubernamentales de la Casa Blanca.

Ésta fue también una la promesas de Obama a los latinos durante la campaña electoral, que reiteró ya como presidente a la Cámara de Comercio y a los congresistas hispanos, y confirmó este jueves en su visita a México. Luis Gutiérrez, un miembro de la Cámara de Representantes por el estado de Illinois, es tan optimista como para esperar novedades tan pronto como "el mes próximo".

Gutierrez está este viernes en el sur de California, tras varias semanas de gira nacional promoviendo una reforma migratoria que contemple un camino a la legalización de los indocumentados.

Mantener la presión

Pero otros mensajes oficiales parecen desalentar las expectativas.

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Cabrera piensa que es importante no bajar los brazos.

"Tenemos un montón de asuntos en el plato y muchas cuestiones urgentes relacionadas con la economía", señaló Robert Gibbs, secretario de Prensa de la Casa Blanca, en un encuentro con los periodistas.

"No creo que el presidente espere que (la reforma migratoria) se logre este año", afirmó.

Otro de los portavoces presidenciales, Nick Shapiro, sugirió incluso que la discusión sólo llegará al Congreso "cuando se alcance un saludable consenso bipartidario", que por el momento no asoma a la vista.

Jorge Mario Cabrera, portavoz de la Coalición por los Derechos Humanos de Los Ángeles, una de las organizaciones que patrocinó la recolección de firmas durante la Semana Santa, asegura que por eso es importante mantener la presión.

"Cada uno de nosotros debemos preguntarnos cada semana qué hice yo para hacer avanzar la reforma migratoria", le señaló a BBC Mundo.

El padre Estrada, por su parte, admite que "la verdadera solución del problema" puede demorarse un poco.

"Pero al menos las redadas (el presidente Obama) puede acabarlas ahora mismo", afirmó.