Pakistán: "triunfo" contra el Talibán

  • Redacción
  • BBC Mundo
Soldados de Pakistán en Buner
Pie de foto,

Los militares llegaron por helicóptero para apoyar a las fuerzas terrestres contra el Talibán.

El ejército de Pakistán informó que recuperó el control de un poblado estratégico en el distrito de Buner, en el noroeste del país, un día después de haber iniciado una ofensiva contra el movimiento Talibán.

Grupos de soldados llegaron por helicóptero al poblado de Dagar, situado a unos 100 kilómetros de Islamabad, la capital, y se unieron a comandos que ya se encontraban en el lugar.

Hasta el momento no hay información oficial sobre el posible número de bajas durante la operación.

El asalto comenzó el martes, con bombardeos aéreos contra posiciones del Talibán.

El gobierno dijo que había por lo menos 450 miembros del movimiento fundamentalista islámico en el área de Buner, lo que viola un acuerdo de paz alcanzado entre ambas partes.

El pacto le permite al Talibán implementar la ley islámica o Sharia en el valle de Swat, situado al lado de Buner, y en otros distritos de la región, a cambio de que pusiera fin a dos años de insurgencia.

Sin embargo, según el gobierno, los militantes han decidido no deponer las armas y, por el contrario, quieren extender su control en la región.

Otras operaciones

Las autoridades pakistaníes también informaron que las operaciones militares iniciadas el domingo en el distrito de Dir Bajo, otra región montañosa en el noroeste, cerca de la frontera con Afganistán, terminaron con éxito.

Según el ejército, por lo menos 75 militantes y diez miembros de las fuerzas armadas perdieron la vida, algo que no se ha confirmado de forma independiente.

El corresponsal de la BBC M Ilyas Khan, quien se encuentra en Dir Bajo, dijo que por lo menos en el pueblo de Maidan continúa la búsqueda de militantes casa por casa.

Los enfrentamientos obligaron a unas 30.000 personas a abandonar sus hogares, pero nuestro corresponsal informó que el éxodo se ha reducido sustancialmente.

El incremento en la actividad por parte del ejército tuvo lugar luego de que la secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, criticara el acuerdo de paz con los talibanes, al que calificó como una sumisión por parte del gobierno paquistaní.

A la opinión de Clinton también se unieron China y Arabia Saudita, dos de los principales aliados de Pakistán.