Obama habla con la BBC: fragmentos
- Redacción
- BBC Mundo
A continuación le presentamos algunos fragmentos de la entrevista de Justin Webb, de la BBC, con el presidente de Estados Unidos, Barack Obama a propósito de su visita a Medio Oriente.
Sobre su visita a Egipto
Muchos musulmanes creen que se les debe una disculpa por los años del gobierno de George W. Bush y los "pecados" que Estados Unidos cometió durante ese tiempo. ¿El discurso que pronunciará en Egipto es una forma de ofrecer disculpas?
No. Creo que lo que queremos es comenzar un diálogo. (...) Un discurso no va a resolver todos los problemas (...) Existen asuntos políticos espinosos en los que tenemos que trabajar.
A fin de cuentas serán las acciones y no las palabras las que determinen el camino, el progreso.
Pero creo que ésta es una oportunidad para que nos escuchemos mutuamente un poco más y ojala podamos aprender algo de las diferentes culturas.
La población estadounidense-musulmana es más numerosa que la de muchos otros países con mayorías musulmanas (...)
Hay estadounidenses-musulmanes que trabajan en el Congreso. Hay un presidente que tiene miembros musulmanes en su familia.
Así que esta idea de que de alguna manera Estados Unidos es indiferente no es cierta (...)
Por otro lado, a la luz del 11-S, es también cierto que con nuestras acciones y a veces con nuestras palabras Estados Unidos no ha tenido suficiente cuidado para distinguir la apremiante necesidad de perseguir a los extremistas que podrían hacernos daño, algo que es necesario para nuestra propia defensa.
Amnistía Internacional afirma que existen miles de prisioneros políticos en Egipto. ¿Cómo va a tratar este asunto?
(...) En muchos países de Medio Oriente existen delicados asuntos de derechos humanos. No creo que eso esté en discusión.
El mensaje que quiero dar es que la democracia, el estado de derecho, la libertad de expresión, la libertad religiosa, no son simplemente principios de Occidente que tengan que establecerse en estos países.
Yo considero que son principios universales que ellos podrían acoger y reconocer como parte de su identidad nacional.
Ahora, el peligro, yo creo, aparece cuando que Estados Unidos, o cualquier otro país, piensa que simplemente puede imponer estos valores en otros países que tienen culturas e historias distintas.
La situación interna
¿Usted considera al presidente (egipcio, Hosni) Mubarak, un gobernante autoritario?
Prefiero no etiquetar a la gente. No lo conozco. He hablado con él por teléfono. Ha sido un fiel aliado, en muchos asuntos de Estados Unidos. Ha mantenido la paz con Israel, lo que es una cosa muy difícil de lograr en esa región.
(...) Claro que obviamente existen críticas sobre la manera en que la política opera en Egipto.
Y como dije anteriormente, el trabajo de Estados Unidos no es instruir sino animar, diseminar los que nosotros consideramos valores que en última instancia sirven no sólo en nuestro país, sino para las aspiraciones de mucha gente.
Conflicto palestino-israelí
En semanas recientes usted dejó muy claro al gobierno israelí tiene que detener la expansión de sus asentamientos. Ellos también han dejado claro que no lo harán. ¿Entonces qué sucederá ahora?
Creo que de seguir los lineamientos establecidos en la Hoja de Ruta, -en los que no se incluyen los asentamientos-, y si Israel y los palestinos se atiene a sus obligaciones, si los palestinos hacen frente a la situación de seguridad, si todo esto ocurre y si el cuarteto de países árabes es capaz de fomentar el desarrollo económico y político de la región, entonces creo que se podrá progresar.
(...) La diplomacia es siempre una cuestión larga y laboriosa. Nunca una cuestión de resultados rápidos.
Nadie aseguró que fuera fácil (...) Pero creo que seremos capaces de poner en marcha nuevamente las negociaciones. Y haremos todo lo que esté a nuestro alcance.
No sólo es del interés del pueblo palestino tener un Estado, sino también es del interés de Israel estabilizar la situación en ese lugar.
Y del interés de Estados Unidos tener dos estados que son vecinos en una situación de paz y seguridad.
El caso de Irán
Los israelíes dicen que han logrando persuadirlo de concentrarse en la cuestión de Irán y que, detrás de bambalinas, ellos pretenden establecer una especie de ultimátum a los iraníes y que para finales de este año debería haber avances al respecto (...)
Lo único que corregiría al respecto es que no creo que los israelíes hayan tenido que convencerme de eso, ya que he estado hablando sobre ese tema en los últimos dos años.
(...) Es del interés mundial que Irán abandone sus ambiciones de armas nucleares. Y la mejor forma de lograrlo es mediante la diplomacia directa.
Aunque no quiero poner fechas límites artificiales al proceso, queremos asegurarnos de que para finales de este año, veamos avances. Creo que podremos medir si los iraníes tratan el tema seriamente.
Creo que el Estado islámico de Irán tiene el potencial de ser un país extraordinariamente próspero y poderoso. Pero son más capaces de lograr eso sin armas nucleares que podrían incentivar una competencia de armamento nuclear en la región.
Sin embargo, algunos miembros del Consejo de Seguridad sugirieron que debería de ir más allá y que el caso de Irán debería tratarse como el de Japón. En otras palabras, que el reprocesamiento nuclear debería ser aceptado, pero monitoreado por la comunidad internacional. ¿Es esto remotamente posible?
(...) Sin enfocarme en particularidades, creo que Irán tiene preocupaciones legítimas concernientes a la energía.
Por otro lado, la comunidad internacional tiene un verdadero interés en prevenir las armas nucleares en la región.
En mi discurso en Praga, hablé sobre la necesidad de revigorizar una agenda más amplia sobre la no proliferación nuclear en la que se incluya a Estados Unidos y a Rusia para reducir nuestras reservas de armamento nuclear de manera significativa.