Reelección provoca disturbios

  • Redacción
  • BBC Mundo
Mahmoud Ahmadinejad en Al-Alam TV.
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El reelecto presidente dijo que las elecciones fueron justas y libres.

El presidente iraní, Mahmoud Ahmadinejad, defendió este sábado las elecciones "completamente libres" en las que obtuvo "una gran victoria" que le permitirá gobernar al país por otros cuatro años, en medio de violentos disturbios en las calles por presunto fraude electoral.

"Casi 40 millones de personas tomaron parte en estas elecciones libres (...) La gente votó por mis políticas", dijo en un discurso transmitido por la televisión nacional.

El mandatario indicó que los comicios se desarrollaron de forma "justa y libre", y condenó la "guerra psicológica" de otros países en contra de los iraníes durante las elecciones.

El reelecto presidente criticó a los medios extranjeros y a elementos dentro de Irán por llevar a cabo -según él- una campaña de propaganda en contra del país.

Sin embargo, el resultado oficial -que le dio a Ahmadinejad un triunfo claro con el 63% de los votos sobre su retador Hossein Mousavi, que se quedó con el 34%- trajo al país los peores actos de violencia en Teherán en una década, señalan corresponsales de la BBC.

Alrededor de 3.000 opositores quemaron barricadas y tuvieron enfrentamientos violentos con la policía. Un diario opositor fue clausurado y los sitios de internet de la BBC están bloqueados, aparentemente por las autoridades iraníes.

La policía usó garrotes y gases lacrimógenos contra los simpatizantes de Hossein Mousavi, quien llamó a las elecciones una "farsa", al tiempo que pidió a sus seguidores evitar la violencia.

Sin permiso para manifestarse

Un corresponsal de la BBC dice que la policía secreta fue atacada cuando trataba de infiltrarse en la multitud, algo que no se veía desde la revolución 30 años atrás. Además, fue testigo de cómo uno de los agentes uniformados era pateado y empujado.

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Los opositores se manifestaron en las calles de Teherán luego de conocer los resultados de las elecciones.

Los simpatizantes opositores tomaron las calles de Teherán vistiendo de verde -el color que identificó a la campaña de Mousavi- mientras coreaban "Abajo el dictador", de acuerdo a las agencias de noticias.

Los hechos ocurren a pesar de que el ministro del Interior, Sadeq Mahsouli, había advertido que todas las manifestaciones necesitarían de un permiso, que no le fue otorgado a nadie.

El corresponsal de la BBC en Teherán John Simpson relata que cuatro motocicletas de la policía fueron incendiadas cerca del Ministerio del Interior, donde se habían contado los votos.

Alta participación

La victoria de Ahmadinejad y la participación electoral del 85% fueron bendecidas por el líder supremo iraní, el ayatolá Alí Jamenei, quien -de acuerdo con los medios de comunicación locales- dijo que la reelección fue "todo un logro" y que los resultados eran "un éxito enorme, al mismo tiempo que llamó a la calma.

Mousavi también proclamó la victoria; sus seguidores dijeron que les habían robado la elección y prometieron apelar para lograr que se celebre de nuevo.

Sin embargo, observadores indicaron que hay muy pocas posibilidades de que esto ocurra.

Mousavi tenía la esperanza de impedir que Ahmadinejad ganara más del 50% de los votos, para poder ir a una segunda vuelta.

"Protesto fuertemente contra las muchas y obvias violaciones y les advierto que no me voy a entregar a esta peligrosa farsa", dijo Mousavi citado por la agencia de noticias Reuters.

"El resultado del desempeño de algunos funcionarios pondrá en riesgo los pilares de la República Islámica y establecerá la tiranía", agregó Mousavi.

El fallido candidato -y ex primer ministro- se quejó de la falta de papeletas electorales y alegó que a millones de personas se les negó el derecho a ejercer el voto.

Además, indicó que sus observadores electorales no tuvieron el suficiente acceso a los centros de votación.

El líder del Comité de Protección de los Votos del Pueblo -un grupo creado por los tres candidatos opositores- aseguró que no aceptará el resultado, alegando fraude.