¿Sigue siendo relevante el G-8?
- Redacción
- BBC Mundo

Los manifestantes se burlaron de los líderes en la última cumbre
Es el club más poderoso del mundo. Sus miembros tienen historia, dinero y responsabilidad.
Por eso cuando se reúnen concentran la atención de los medios por lo que dicen, hacen –o dejan de hacer– y prometen.
El G-8, compuesto por los países más industrializados, vuelve a reunirse. Y surge la pregunta, ¿qué tan relevante es? ¿hay algo más que la foto de familia y una declaración final?
Los líderes de Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Italia, Japón y Rusia se encontrarán en L'Aquila (Italia) entre el 8 y el 10 de julio. Los temas a tratar son variados. Van desde el cambio climático hasta la economía, pasando por el terrorismo y el comercio internacional. Los mandatarios de los países más ricos no estarán solos. Grupos de naciones emergentes, estados africanos y organismos internacionales también dirán presente.
Pero la pelota, y la responsabilidad, parecen estar en la cancha de los ocho más ricos. Y es por ello que el G-8 suele recibir críticas sobre qué tan representativo es.
Francisco Panizza, profesor de ciencias políticas de la London School of Economics, le dijo a BBC Mundo que el G-8 "representa a las economías europeas y a Estados Unidos, pero tiene una gran omisión que es China. Hay quienes dicen que lo que importa es el G-2, que es Estados Unidos y China".
Aunque para este experto el bloque de países "sigue siendo relevante", su influencia no es tanta como antes “por la emergencia de actores como China e India”. "Es el club de países con más poder, pero empieza a quedarse un poco anticuado con la aparición de nuevas potencias emergentes que piden un lugar en la mesa de decisiones", señaló a BBC Mundo Javier Rueda, analista de política internacional y miembro de la Fundación Seminario para la Paz, de Zaragoza.
Competencia
Al G-8 le han surgido competidores que pueden amenazar su liderazgo. Entre ellos está el G-20, un grupo que incluye a los más industrializados y países con economías emergentes como Brasil o China. El G-20 representa cerca del 90% de la economía mundial y dos tercios de la población del planeta. La otra congregación de países que busca su lugar es el BRIC, un bloque integrado por Brasil, Rusia, India y China, que se reunió por primera vez en junio.
Panizza no considera que el G-20 o el BRIC opaquen al G-8 porque éste "es más homogéneo que otros grupos más amplios".
Esos grupos "están teniendo una importancia cada vez mayor, pero todavía hay una distancia muy grande entre las economías", agregó.
No faltan quienes acusan al grupo de ser improductivo, no tener capacidad para decidir y de no cumplir con sus promesas. Las críticas más severas muchas veces llegan en forma de manifestaciones en contra del evento, fuera del lugar del encuentro.
Según Panizza, el G-8 "tiene una función de intercambiar ideas e información, y marcar líneas de acción. Es una función declarativa y coordinadora. No tiene capacidad de ejecución. Tiene una capacidad muy limitada de tomar decisiones y hacerlas cumplir. Se trata de dar señales sobre lo que sería deseable hacer". "Los mecanismos para rendir cuentas por lo declarado son muy débiles y quedan sustentados por la opinión pública internacional y la prensa", agregó. Para Panizza el grupo podría "ganar en credibilidad si tuviera capacidad de coordinar políticas específicas". El G-8, en un principio G-7, está en curso desde 1977. Y algunos señalan que ya no es emblemático para el mundo actual. "Creo que el G-8 está llamado a ir poco a poco desapareciendo. Es un club del siglo XX, no va a ser el club del siglo XXI. En un primer paso, va a ser sustituido por el G-20, y a mediano y largo plazo deberá aparecer una nueva arquitectura internacional", opinó Rueda.