Banco nuclear internacional: una opción
- Humphrey Hawksley
- BBC, Kazajistán
En 1953, ocho años después del ataque nuclear estadounidense en Japón, el presidente Dwight D. Eisenhower presentó una idea que denominó “Átomos para la paz”.

Irán continúa con su política de enriquecimiento de uranio.
Eisenhower sugirió que Estados Unidos y la Unión Soviética deberían donar uranio de sus reservas para que fuera usado en propósitos pacíficos de la Humanidad.
Fue demasiado idealista para su tiempo. La Guerra Fría estaba en su mayor apogeo. En el corazón del conflicto estaba la competencia por tener el arsenal más mortal en el apocalíptico escenario de la "Destrucción Mutua Asegurada": un conflicto nuclear que arrasaría ambos países.
Pero ahora, después de más de 50 años, la crisis sobre el programa nuclear de Irán ha rescatado la teoría de Eisenhower.
En noviembre, el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) llegó a un acuerdo con Rusia para almacenar 120 toneladas de combustible nuclear en una planta en Angarsk cerca de Irkutsk.
Y en 2010, se espera que la OIEA llegue a un acuerdo definitivo con Kazajistán para guardar 60 toneladas de uranio en una planta en el este del país.
El objetivo es convencer a unos 60 países en desarrollo, que planean usar energía nuclear en un futuro, de que no necesitan seguir el camino de Irán para abastecerse de uranio.
Con la condición de que se adscriban a la normativa de OIEA, se les garantizará el suministro de combustible nuclear sin importar sus políticas o su historial respecto a los derechos humanos.
"Esto le proporcionará a los países usuarios la certeza de que el suministro estaría disponible para ellos y no tendrían la necesidad de construir ninguna infraestructura de enriquecimiento".
¿La solución a la crisis?
Cuando la Unión Soviética colapsó, Kazajistán decidió deshacerse de una gran cantidad de armas nucleares con las que se quedó. A pesar del cuestionable estado de la democracia y sobre la protección de los derechos humanos en el país, Kazajistán se ha convertido en un modelo de no proliferación nuclear para Occidente.
BBC tuvo el acceso, nunca antes otorgado, al sitio donde están planeando ubicar el banco internacional nuclear: la extensa empresa metalúrgica Ulba en Ust Kamenogorsk, una remota ciudad ex soviética especializada en la producción de combustible.
El combustible sería guardado en una bodega cavernosa con una sección aislada en un extremo. Por el momento, el almacén contiene cilindros de gas de hexafluoruro de uranio, que se usa en uno de los pasos para la creación de combustible nuclear.
En el otro extremo hay una vía de tren por la que se transportaría el combustible bajo estrictas normas de seguridad a Irán, Corea del Norte u otro país que lo requiriera, siempre y tanto fuera un signatario de la iniciativa.
¿Cómo funcionaría?
Kazajistán oficialmente cedería la soberanía del área al OIEA, por lo que el sitio de almacenamiento y el área de alrededor pasarían a ser territorios diplomáticos como el complejo de la Organización de Naciones Unidas en Nueva York. El OIEA sería el dueño del combustible nuclear y tendría toda la jurisdicción sobre su uso.
"Hay mucho sitio para el almacenamiento", explica Anatoly Kushovsky, el director de la planta de operaciones. "Tenemos muchos años de experiencia en el mantenimiento de materiales nucleares y si se llega a un acuerdo, podría ser la clave para solucionar la crisis nuclear".
Sin embargo, no será sencillo. Varios países en desarrollo temen que el banco nuclear pueda ser el primer paso hacia la pérdida de su derecho soberano de producir energía nuclear.
"Los principales países participantes son Indonesia, Malasia, Pakistán, India, Egipto y Argentina", dice Rauf.
"Son países de gran peso. Algunos pertenecen al G20. Es un grupo que en número e influencia es poderoso y se hace escuchar. Para nosotros, el reto es generar confianza".
Más barato
La idea del banco de combustible de Eisenhower tiene el apoyo total del presidente de EE.UU. Barack Obama, cuya visión es un mundo libre de armas nucleares.
En Washington, el arquitecto del plan es una organización contra la proliferación, el Tratado de Iniciativa Nuclear (NTI), la cuál ha estado trabajando con Rusia y Kazajistán para lograr su aprobación.

Occidente no quiere que se vuelva a repetir el caso de Irán o Corea del Norte en cuestión de materia nuclear.
"Las instalaciones de enriquecimiento no son sólo intrínsicamente peligrosas, sino que también son altamente costosas".
“Cuestan entre cinco mil y diez mil millones de dólares y se necesitarían entre 10 y 20 reactores nucleares para justificar ese gasto. El banco de combustible ofrece garantía de suministro y una alternativa mucho más barata para los países que sólo necesitan uno o dos reactores para su consumo de energía eléctrica”.
Entre aquellos países que planean usar energía nuclear en un futuro cercano se encuentran Siria, los Emiratos Árabes, Jordania, Turquía, Vietnam e Indonesia.
Las disputas nucleares con Irán y Corea del Norte han alcanzado niveles que los gobiernos de Occidente no quieren que se vuelvan a repetir.
Y se teme que se llegue a la pesadilla en la que decenas de gobiernos hostiles empiecen a enriquecer uranio, abriendo así la posibilidad de que terminen con la capacidad de producir armas nucleares.
"Es la hora de implementar un nuevo marco para el uso de energía nuclear -dice Rauf y explica- un marco que tenga en cuenta tanto las lecciones aprendidas como la realidad actual".