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Una tormenta calificada por los meteorólogos como extremadamente peligrosa ha cubierto de nieve la costa oriental de Estados Unidos, con un saldo de al menos dos muertos y la paralización del transporte en muchos lugares.
Hasta las 11 de la mañana de Washington, D.C. (1600 GMT) ya se habían acumulado 71 cm de nieve, la peor nevada de los últimos 90 años.
Esta ha sido la peor nevada de los últimos 90 años en la capital estadounidense.
El fenómeno ha causado accidentes viales, cancelaciones de vuelos y miles de hogares se han quedado sin electricidad.
Hay una advertencia de nevada acompañada por fuertes vientos para la zona metropolitana de Washington y Baltimore, algo inusual para esa zona del país.
La tormenta ya ha sido apodada como una super nevada por los medios locales. Se espera que se extienda desde los estados de Indiana hasta Pensilvania y llegue a partes de Nueva York y Carolina del Norte.
En diciembre Washington tuvo una nevada de 41 cm.
El Servicio Nacional de Meteorología dijo que la tormenta podría ser extremadamente peligrosa.
En Washington los autobuses dejaron de funcionar y los trenes del metro sólo están operando en estaciones subterráneas.
Los medios locales informaron que un padre y su hijo murieron al ser atropellados por un camión articulado cuando se bajaron de su auto para ayudar a un conductor varado.
Los tres principales aeropuertos de Washington y Baltimore y el de Filadelfia han cancelado la mayoría de sus vuelos.
Al parecer también hay problemas con la llegada de vuelos internacionales.
Las autoridades señalaron que al menos 150.000 hogares se quedaron sin electricidad en la zona metropolitana de Washington debido al peso de la nieve y los árboles sobre las líneas de alta tensión.
El gobierno local ha pedido a los conductores que no salgan a la calle, se han suspendido servicios religiosos y hay un pronóstico de que la población deberá permanecer en sus casas por un período de hasta cinco días.
Ante la llegada de la tormenta muchos acudieron a los supermercados.
El que no tomó previsiones, puede pasarla mal. Hubo algunos que salimos tarde a apuntalar el inventario y conseguimos anaqueles vacíos en muchos supermercados, señaló el corresponsal de BBC Mundo en Washington, Carlos Chirinos.
Los gobernadores de Virginia, Maryland y Delaware se declararon en estado de emergencia, una medida que pone en alerta a los efectivos de la Guardia Nacional.
El departamento de Transporte de Virginia informó que el 94% del presupuesto anual para la remoción de nieve ya se había gastado en diciembre.
Los funcionarios señalaron que deberán utilizar fondos de emergencia para hacer frente a esta última tormenta.
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