¿Por qué Corea del Norte se ha convertido en un paraíso para las aves migratorias?
- Redacción
- BBC

Fuente de la imagen, Adrian Riegen
Un grupo de dos tipos de especies de Zarapito en Corea del Norte.
Fotos de Corea del Norte muestran cómo la ecología del hermético país asiático está salvando de la extinción a de varias especies migratorias amenazadas.
Al estar aislado del mundo, irónicamente Corea del Norte puede ayudar a preservar una de las rutas migratorias más importantes del mundo: la de Asia Oriental-Australasia.
Cincuenta millones de aves, desde grullas a pájaros cantores, utilizan esta ruta dos veces al año.
Y para miles de esos pájaros, la costa oeste norcoreana -en el Mar Amarillo- es su único punto de escala.
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Pájaros aguja colipinta en Corea del Norte.
En el terreno pantanoso que dejan las mareas, especies como el pájaro aguja colipinta o becasina de cola barrada (los más grandes en la foto de arriba) se alimentan de gusanos y moluscos.
Y él los correlimos grande, una especie en extinción que vemos en la foto de abajo, buscan pequeñas almejas enterradas.
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Ejemplares de Correlimos grande en Corea del Norte.
Estas fotos fueron tomadas -con permiso de las autoridades norcoreanas- por ornitólogos de Nueva Zelanda.
Armados de binoculares, poderosos telescopios y cámaras, contaron las aves que iban llegando de sus épicos viajes del hemisferio sur al norte.
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Estas fotos fueron tomadas -con permiso de las autoridades norcoreanas- por ornitólogos de Nueva Zelanda.
Estos observadores forman parte de la organización neozelandesa Pukorokoro Miranda Naturalists.
"En la medida que vamos perdiendo hábitats en otros lugares, cada vez más aves tendrán que congregarse en los espacios que quedan, que por defecto están Corea del Norte", señala David Melville, quien aparece a la izquierda de la foto a continuación.
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En esta imagen vemos a expertos de la organización Pukorokoro Miranda Naturalists en Pyongyang, Corea del Norte.
La costa de Corea del Norte es importante porque en la línea costera de los países vecinos -China y Corea del Sur- se han desarrollado proyectos a gran escala.
En esos países se han secado las marismas para la industria y la agricultura.
Del total de pantanos que existían hace 50 años en el Mar Amarillo, solo quedan un tercio, según el experto en ecología de aves de costa Richard Fuller, de la universidad de Queensland, enAustralia.
Fuller también señala que en los últimos 50 años la población del ave migratoria más grande de costa, el zarapito siberiano que vemos abajo, ha disminuido en más de un 80%.
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Zarapitos siberianos buscan cangrejos en un campo seco de arroz.
Estos observadores pasaron diez días en Mundok, en la costa oeste de Corea del Norte.
No sólo visitaron las zonas de marismas que dejan las mareas. También fueron a salinas y arrozales, donde estos animales descansan.
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Las salinas son un lugar excelente para las aves migratorias en Corea del Norte.
"Las fuerzas de seguridad tenían que ser notificadas de la visita de extranjeros para observar las aves", cuenta Melville.
"Y nosotros ofrecimos la oportunidad a los residente locales de observar las aves a través de nuestros telescopios. Incluso encontramos aves que venían de Nueva Zelanda y que yo personalmente había marcado".
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Niños norcoreanos pudieron observan a las aves a través de telescopios.
La falta de desarrollo de Corea del Norte, comparado con China y Corea del Sur, significa que las costas están prácticamente intactas.
Según los conservacionistas las aves también se benefician de ríos menos contaminados, y niveles más bajos de fertilizantes y pesticidas vertidos en el ecosistema marino.
Las grandes extensiones de zonas pantanosas, como se ve en la imagen a continuación, son ricas en moluscos, gusanos marinos y crustáceos de los que dependen las aves migratorias de costa.
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Del total de pantanos que existían hace 50 años en el Mar Amarillo, solo quedan un tercio.
Durante el viaje, los ornitólogos neozelandeses identificaron varios sitios nuevos donde las aves migratorias hacen una parada antes de seguir rumbo al norte.
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Según los conservacionistas, las aves se benefician de ríos menos contaminados.
Estos pájaros pasan cerca de un mes en primavera y tres meses en otoño escarbando la arena en busca de invertebrados.
Pero una subespecie de ave, la aguja colipinta o becasina de cola barrada, sólo hace una parada en el Mar Amarillo antes de seguir al norte.
En el otoño, hace un viaje de ocho o nueve días de de casi 12.000 km en un solo vuelo.
Ninguna otra ave en el mundo hace un vuelo sin escalas tan largo.
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Las grandes extensiones de zonas pantanosas son ricas en moluscos, gusanos marinos y crustáceos.
Todas las imágenes son propiedad de Adrian Riegen.