5 tácticas de Reality Shows que ayudaron a Donald Trump a convertirse en el candidato republicano a la presidencia de EE.UU.
- Tim Swift
- BBC News, Washington

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Antes de ser un candidato a la presidencia, Donald Trump fue una estrella de la Reality TV.
¿Podrán todos esos años diciendo "Estás despedido" terminar siendo la clave que lleve a Trump al puesto de presidente de Estados Unidos?
Al excandidato republicano Jeb Bush le gustaba acusar a Trump de usar programas de televisión como inspiración para su campaña.
Y aunque el antiguo gobernador de Florida lo decía como una crítica, puede que en realidad no estuviera tan desencaminado.
Trump conoce bien el mundo de la televisión, que durante décadas lo ha tenido como invitado en numerosos programas. Y también fue el anfitrión del exitoso The Apprentice ("El Aprendiz") -en sus diferentes variantes- por 14 temporadas.
¿Pero ha llevado el magnate técnicas de los reality shows a la campaña?
1. Lleva invitados poco predecibles
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Las Verdaderas Amas de Casa de Beverly Hills lo saben todo sobre el poder de los invitados.
En la TV: Si eres parte de las "Verdaderas amas de casa de Beverly Hills", o de cualquier otra parte, las recepciones son tu campo de batalla.
Y las protagonistas del programa de televisión del mismo nombre siempre llevan refuerzos insospechados para tratar de marcarle puntos a sus rivales.
En la primera temporada, por ejemplo, Camille Gramer invitó a la medium y psíquica Allison Dubois a la que se suponía era una cena seria y elegante.
"Tu marido nunca te va a satisfacer emocionalmente. Nunca", le dijo esta a una de las confundidas "enemigas" de Grammer.
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Sarah Palin: todo, menos aburrida.
En la campaña: Por detrás de Ben Carson y Ted Cruz antes de los caucus de Iowa caucus, Trump necesitaba darle un golpe al tablero y lo hizo con Sarah Palin.
La ex candidata a la vicepresidencia de EE.UU. y exgobernadora de Alaska salió del olvido político en el que estaba para darle un empujón a su campaña.
Y le dio su apoyo a Trump con un discurso tan memorable como desconcertante.
"No querían hablar de estos temas hasta que él los puso en la mesa. De hecho, cargaban su corrección política como un chaleco suicida", dijo Palin, entre otras cosas.
Y durante todo un día nadie le puso atención a los rivales del magnate.
2. Haz alianzas, aunque sean temporales
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Richard Hatch conspiró constantemente para quedarse con la primera temporada de Survivor
En la TV: A Survivor ("Sobreviviente") -la serie en la que un grupo de náufragos compite entre sí, equipados únicamente con su ingenio y unas pocas herramientas en una isla desierta- se la considera la gran impulsora del género reality en EE.UU.
El programa se convirtió en un fenómeno nacional en el verano del 2000 no tanto por los retos que planteaba la isla, cómo por la politiquería de los concursantes.
El ganador, Richard Hatch, un regordete instructor empresarial, hizo un pacto con tres concursantes en mucho mejor estado físico.
Y estos le ayudaron a sobrevivir, hasta que Hatch tuvo la oportunidad de traicionarlos.
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El "bromance" entre Trump y Cruz no duró.
En la campaña: Aunque su relación eventualmente se agrió, Donald Trump y Ted Cruz disfrutaron de un breve "bromance" (el término que se emplea en inglés para describir una relación intensa de carácter no sexual entre dos hombres heterosexuales).
Los dos organizaron una marcha de protesta en contra del acuerdo nuclear entre el presidente Obama e Irán frente al Capitolio, y se mostraron muy amistosos en varios de los debates.
"Me gusta Donald Trump, es atrevido, es descarado", dijo Cruz en julio del año pasado.
Y el senador por Texas le ayudó a Trump a ir despejando el campo de batalla, para luego caer víctima del embate del magnate.
3. Lanza a alguien debajo del bus
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Los diseñadores de Project Runway no dudan a la hora de lanzar a sus rivales "debajo del bus"
En la TV: La frase "lanzar a alguien debajo del bus" no debe tomarse literalmente: en realidad describe el acto -también figurado- de apuñalar a alguien por la espalda en la televisión.
Y la frase es regularmente empleada en programas como Project Runway, Top Chef y America Next Top Model.
En todos ellos, cuando los participantes están en riesgo de ser eliminados, no dudan en atacar al eslabón más débil de la cadena para tratar de garantizar su sobrevivencia.
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Carson no le jugó rudo a Trump, pero el magnate no le devolvió el favor.
En la campaña: Como pasó con Ted Cruz, Trump también empezó la campaña como amigo de Ben Carson, el neurocirujano retirado que también se presentaba como un candidato fresco y no corrompido por Washington.
Pero una vez que Carson empezó a superarlo en las encuestas antes de los caucus de Iowa, Trump cambió radicalmente de tono.
El magnate se fue a por la yugular, acusando a Carson de ser un "mentiroso patológico" y hasta comparándolo con un abusador infantil.
Eso se llama "jugar duro".
4. No tengas miedo de mostrar tu verdadera cara
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The Real World fue pionero en el uso de "confesionarios"
En la TV: "Averigua qué pasa cuando la gente deja de ser educada y empieza a mostrarse de verdad" era la presentación del abuelito de todos los reality shows estadounidenses, The Real World.
Uno de los recursos de este programa, estrenado por MTV en 1992, era "el confesionario', un cuarto especial en el que los participantes -que compartían una casa-podían mirar directamente a la cámara y decirle a los productores y audiencia cómo se estaban sintiendo.
Y la estética misma de estas escenas "detrás de la escena" ayudaba a darle a la serie una apariencia realista que conectó con la audiencia.
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Trump rara vez rechaza la oportunidad de salir en la TV
En la campaña: Mientras otros candidatos interactúan con sus seguidores, la primera prioridad de Donald Trump son las cámaras. Y cuando está en cámara rara vez se contiene.
Además, ningún otro candidato en la historia de la política moderna parece tan enamorado del proceso político.
Trump habla, casi sin parar, acerca de encuestas, de periodistas y de las "estrategias" de los otros políticos, algo que hasta este año era más común encontrar en blogs especializados que en los discursos de campaña.
Pero, curiosamente, eso hace que sus simpatizantes se sientan incluidos.
5. Conflicto, conflicto, conflicto
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Donald Trump aprendió a perfeccionar la dimensión conflictiva de su personaje con la ayuda de la WWE y su espectáculo de lucha libre.
En la TV: No es un secreto que los productores de reality TVadoran el drama.
Y todos los participantes en este tipo de shows saben que entre más drama generen, más tiempo durarán en el programa.
De hecho, muchos logran salvarse de una pronta eliminación porque tienen potencial para portarse todavía peor.
El secreto de este género parece ser conflicto, conflicto y más conflicto.
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La lista de enemigos de Trump no hace sino crecer
En la campaña: Después de que Donald Trump ya derrotó a otros 16 candidatos a la nominación republicana, se podía pensar que había llegado el momento para descansar antes de empezar su batalla contra Hillary Clinton, la probable candidata demócrata.
Pero no se podía haber estado más equivocado.
En ruta hacia a convención Trump se enfrascó en batallas con The New York Times, la senadora Elizabeth Warren, CNN, el presidente de la Cámara Baja Paul Ryan, el primer ministro británico David Cameron y hasta el alcalde de Londres, Sadiq Khan.
Y la lista, que crece día a día, probablemente seguirá creciendo incluso después de su nominación oficial.