Enric Durán, desde las afueras del sistema
- Gabriela Torres
- España

Durán pensó que el apoyo popular lo salvaría de la cárcel, pero no fue así.
Pasó dos meses en prisión preventiva por haber "expropiado" dinero de 39 entidades bancarias españolas. Todo parte de un plan anticapitalista que por un lado serviría para financiar su causa y por el otro hacerse notar en los medios de comunicación.
A Enric Durán, con 33 años, le tomó dos años sustraer -a partir de mini créditos-unos 492.000 euros (US$671.289).
Una hazaña que publicó a los cuatro vientos el pasado 17 de septiembre esperando captar la atención de llos medios de comunicación españoles. No ocurrió.
Sin que las autoridades reaccionaran, poco después anunció que se iría de "autoexilio" para seguir luchando por esa "alternativa al sistema político y económico actual".
Sólo aguantó mes y medio en Brasil y Venezuela. Su acción se ahogaba en la tormenta de los índices de desempleo español que mantenía ocupados a los medios de comunicación.
Así, seis meses más tarde de la estafa (como las autoridades llaman a su acción) hizo pública su presencia en España.
Anunció en la revista Crisis, financiada con parte del dinero sustraído, que regresaba para dar la cara y seguir luchando por ese movimiento social que, a su juicio, era "cada vez más masivo".
Pensó que el apoyo popular lo salvaría de la cárcel, y no fue así. Tan pronto como dio sus coordenadas, la policía lo puso entre rejas. Tras imponer una fianza de 50.000 euros (US$68.850), hoy está en libertad condicional.
Mal necesario
Desde el barrio barcelonés de Gracia, hogar de muchos movimientos antisistema de la ciudad, respondió las preguntas de los lectores de BBC Mundo.
A las 11.00am, con lagañas todavía en los ojos, Durán le explicó al mexicano Hugo Sosa, de Playa del Carmen, que el motivo por el que se entregó fue para retar "públicamente al poder y así obtener mayor apoyo popular. Porque eso ayuda a que el proyecto y la movilización pueda crecer".
Durán sabía que lo podían apresar, quizás no se imaginó que lo hicieran tan pronto y no está de acuerdo con las razones de las autoridades para encarcelarlo.
"Estaba claro que daba la cara y por tanto riesgo de fuga no tenía lugar. Eso es sorprendente, que con un argumento tan soso pudiera estar dos meses en prisión".
Sin embargo, tal y como le explica a la panameña Nitsia, "si ayuda que tenga más consecuencia el hecho de estar detenido, pues mejor. No había seguridad de que no me meterían en prisión. En cambio, (si pasaba unos días encarcelado) tendría una mayor difusión de la acción, una mayor concienciación y, por lo tanto, no sería en vano".
Un poco de todo
Este joven autodidacta, que decidió abandonar la carrera de sociología porque considera que aprendía más solo, le explicó a todos los lectores que querían saber sobre su proyecto, como Luisa Tene Ruenes, de Estados Unidos, que en realidad no tienen una única hoja de ruta.
"Nosotros estamos llenos de propuestas en positivo para construir alternativas al capitalismo. Tenemos propuestas de sociedad, de cooperativas, de auto organización. Muchas veces esas propuestas entrarían dentro del marco de lo que sería el decrecimiento, que se trata de reducir los bienes materiales y aumentar los relacionales", explica con los brazos cruzados y recostado al respaldar de su asiento.
Lo que Enric Durán espera conseguir, a través de los distintos movimientos sociales que dice estar formando y afianzando, es lograr que la sociedad sea menos independiente de las multinacionales, de los bancos, del dinero.
En definitiva, lo que busca es que se estimule la cooperación, las donaciones y el intercambio para obtener aquellos bienes necesarios para subsistir.
Parte de su trabajo también está en concienciar a las personas a que den a otros aquello que no utilizan o les sobra.
Como le respondió a Abigail Maycock, de Belfast, Maine, "estamos promoviendo formas que ya no entran en un intercambio sino que se basan en la donación. Que cada cual comparta lo que pueda compartir".
Dinero para un cambio
Durán, como portavoz de sus múltiples movimientos sociales, promueve el intercambio y la independencia del dinero a partir de los más de medio millón de dólares que sustrajo de los bancos para su financiación.
"Nosotros lo que ganamos con eso (dinero) es tiempo. Liberamos tiempo de personas que puedan dedicarse a promover esos cambios. Hace falta gente que entienda ese activismo social prácticamente como su trabajo", aclara con un hilo de voz tan tenue que es necesario acercar el micrófono al interlocutor.
Durán cree que "quizás" su acción sirvió de ejemplo.
"Para ello se les tiene que dar tiempo para cubrir sus necesidades. No podemos pasar a vivir sin dinero de un día para otro". Y por esto necesitaba pagar salarios a los voluntarios de los movimientos sociales para que se involucraran a tiempo completo.
¿Cómo pudo ganar ese tiempo? Durán le explica a Ivette, de Lima, Perú, que la clave de su acción en cuanto a pedir prestado y no devolverlo "es que el Banco de España tiene unos agujeros negros a nivel del sistema de gestión de información".
"Los préstamos de menos de 6.000 euros (US$8.300) no aparecen cuando otro banco pregunta por ellos. Si pides préstamo como empresa no aparece en tu historial personal y tarda dos meses en actualizar la información. Ésa es la razón de que pudiera acumular tantos préstamos".
Delito o protesta
Durante la conversación con Durán, éste dejó en varias ocasiones muy claro que su acción no la considera delictiva. Por eso prefiere llamarlo "expropiación" y no "estafa". Por eso asegura a los lectores de BBC Mundo que él no ha robado dinero, sino más bien sustrajo una cantidad que no tenía dueño. Y que es al juez a quien le corresponderá determinar si su acción fue una estafa.
"Los primeros que toman lo que no es suyo son los bancos", le dice al peruano José Santos. "(Son ellos los) que para dar préstamos se basan en los depósitos de gente que no les ha prestado dinero. Es una acción arriesgada, pero es una denuncia de un sistema que perjudica a la mayoría en beneficio de una minoría".
Este activista (no le gusta que lo llamen antisistema) insiste que no se considera un ladrón. "Prueba de ello es que el dinero no era de los bancos, sino que lo han creado de la nada a base de depósitos de un dinero que no es suyo", señala en respuesta a Ignacio, de Caracas.
Durán dice luchar por una alternativa de sociedad, exenta de Estado y del sistema político y económico actual, por ello le responde con contundencia a Juan Ignacio Abellás de Costa Rica y a Alexandra, de Colombia, que si pudiera, volvería a pedir minicréditos y negarse a pagarlos.
"Pienso que es de las mejores decisiones que he tomado en mi vida. También de las mejores ejecuciones. Es decir, que a parte de haberlo decidido, ha salido muy bien".
Fuera del sistema
En un momento de reflexión, el activista le confiesa a Juan Carlos Luna, de Cuernavaca, México, que "quizás" con su acción ha dado un ejemplo o algunas ideas.
"Es difícil en concreto repetir una acción como la mía, pero a pequeña escala es relativamente sencillo coger esa idea de que en el momento de que quieres abandonar el sistema puedes irte con un bagaje, con un dinero del sistema. Básicamente de los bancos, que realmente no lo necesitan y que para tus proyectos sí que pueden ser importantes durante un tiempo", agrega.
-¿Sientes que has abandonado el sistema?
-En buena parte sí. Yo no tengo cuentas bancarias, no soy solvente dentro del sistema, no trabajo dentro del sistema, no pago alquiler o una hipoteca... Necesito dinero para algunas cosas, pero no me llega de la formas que se supone se consigue dentro del sistema.
Enric Durán habla de "mucho apoyo" pero se niega a dar cifras o al menos argumentar por qué siente que sus movimientos (que tampoco especifica cuáles) están creciendo.
Sólo le comenta a Marialuisa Carrión, de Ecuador, que cree que en la sociedad civil "hay bastante sensibilidad. El debate se va extendiendo bastante rápido... lo que cuesta un poco más es pasar de la reflexión a la acción".